La presidenta de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri Riancho, urgió a que en materia de paridad de género se focalicen los esfuerzos para que sea una realidad en los órganos del Estado mexicano, tal y como lo establece la Constitución Política.
Al participar en el evento “20 años caminando juntas: de Beijing a la creación del Inmujeres”, realizado por el Instituto Nacional de las Mujeres, mencionó que en la Cámara de Diputados se tiene el reto de que la Junta de Coordinación Política esté integrada por más mujeres.
En ese sentido, anunció que presentará una iniciativa a la Ley Orgánica del Congreso de la Unión para que eso suceda. “De no hacer nada, va ser exclusivamente de hombres; siete hombres”.
Otro ejemplo relacionado con los órganos constitucionales autónomos del Estado, indicó la diputada Sauri Riancho, es el Banco de México que, de acuerdo con la reforma constitucional, correspondería que una mujer lo presidiera.
“Desde su autonomía de 1994, han sido sólo hombres; si aplicamos la paridad tal y como dice la Constitución habría que considerar que la presidencia fuera de una mujer; hay dos vicegobernadoras; es tarea del Senado, pero se debe visualizar”, agregó.
La presidenta de la Cámara de Diputados recordó que la paridad se instaló gracias a la acumulación de una serie de acciones no sólo de legislación, sino de políticas públicas, y alcanzó en 2014, la paridad en las candidaturas, en el artículo 41, y en 2019, la paridad en todos los órganos del Estado mexicano.
Refirió que fue un 29 de noviembre del cuando la Cámara de Diputados, aprobó la Ley que crea el Instituto Nacional de la Mujeres, fue publicada en enero de 2001, y su creación no fue posible sin el impulso y la presión social y política de los movimientos sociales de México.
“Para mí, el surgimiento de una institución de esta naturaleza, con todas las limitaciones, es una institución de las mujeres, del Estado de México, es la institución que logró, no instaurar la perspectiva de género en las políticas públicas, como era el propósito inicial, sino instalar el tema en el debate público y en el debate político, con mucha derivaciones”, añadió.
Sauri Riancho precisó que cuando comenzó esto en 1996, “nos topábamos con la sonrisa escéptica un tanto burlona de los secretarios que eran la inmensa mayoría, había muy pocas secretarias –dos-, cuando planteábamos la necesidad de darle una perspectiva de género o mínimo distinguir qué pasa con los hombres y qué pasa con las mujeres en la aplicación de las políticas públicas en las secretarías; ahora ya es mandato de ley”.