El equipo de investigación del Laboratorio de Ecología, Paisaje y Sociedad del Centro Universitario de la Costa, de la Universidad de Guadalajara, evidenció a través del estudio realizado el año pasado, que más de 100 mil hectáreas de la región de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas tienen una alta susceptibilidad a los deslizamientos de laderas, ubicados principalmente en la montaña tropical.
El Doctor Bartolo Cruz Romero, Jefe de la Unidad de Proyectos Estratégicos del CUCosta, afirmó que la investigación denominada, “Zonificación de la Susceptibilidad ante el Deslizamiento de Laderas en la Región de Bahía de Banderas, asociado a Fenómenos Naturales”, se realizó por iniciativa de la Universidad, en virtud de la observación del emplazamiento urbano en la región metropolitana de Bahía de Banderas y Puerto Vallarta, incluyendo al municipio de Cabo Corrientes.
Esta investigación fue publicada en marzo del 2020, en la Revista Bio Ciencias, de la Universidad Autónoma de Nayarit, con el propósito de que los gobiernos vean los resultados y no sólo consideren a la Academia cuando ocurren los desastres. dejaron claro en la conclusión de la investigación, que en la zona sur de Puerto Vallarta es frecuente el deslizamiento de laderas, por lo que no debería haber desplazamiento urbano en esas zonas.
Quedó de manifiesto que el 6.5% del área de las cuencas que integran la bahía, es decir, 100,474 hectáreas tienen alta susceptibilidad a los deslizamientos, por encontrarse en laderas, ante lluvias extremas, y considerando el tipo de suelo, roca y además a la modificación que se ha hecho al suelo, es latente que este tipo de fenómenos sigan ocurriendo.
HABRÁ MÁS DESLIZAMIENTOS
EN LA ZONA SUR DE VALLARTA
El Dr. Bartolo Cruz Romero, investigador del CUCosta señaló que el deslizamiento ocurrido el pasado 10 de agosto, en Amapas, es zona moderada a deslizamientos, y obliga a monitorear la zona de montañas tropicales, porque debido a la pendiente van a seguir ocurriendo más fenómenos de este tipo.
Agregó que se esperan efectos de deterioros visibles en los cimientos de estructuras, como ya se observan en las propiedades aledañas, que se pueden derrumbar si se presentase una lluvia extrema en los próximos días. Así como fisuras en muros, columnas y graves daños en vías de comunicación e infraestructura pública como ocurrió con la desaparición de la calle Santa Bárbara.
“Veo un escenario, sino catastrófico, sí van a seguir ocurriendo deslaves de esta naturaleza y se pueden minimizar riesgos, a través de una planificación y orden de este territorio, considerando la capacidad de carga del suelo de las faltas de las montañas tropicales al sur de Puerto Vallarta y así minimizar estos impactos”.
Asimismo, recomendó a las autoridades, evitar emplazamiento urbano y las modificaciones en el entorno en las zonas de categorías moderadas y altas, debido a que aumenta la probabilidad de fenómenos asociados a la inestabilidad de laderas.
“Yo invito a las autoridades, tomadores de decisiones y a la comunidad de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas a tomar cartas en el asunto ya que no es juego de la naturaleza; están ocurriendo situaciones muy desagradables para el destino turístico y puede ocasionar problemas de inversión, de afluencia turística y mostrando una imagen de una ciudad que queremos. Queremos una ciudad planificada, ordenada con estudios técnicos y científicos bien elaborados”, comentó.
El investigador del CUCosta Bartolo Cruz dejó claro que los académicos están a disposición de los tomadores de decisión; sin embargo, quedan dudas de saber que va a ocurrir con ese terreno o quien se va a hacer cargo de la contaminación que surgió de ese deslave, como ocurrió con aguas negras, toda vez que se rompió el drenaje y fue a dar a la playa. Y también conocer quien evaluará las Manifestaciones de Impacto Ambiental y si toman en cuenta instrumentos de gestión como el Plan de Ordenamiento Ecológico y Territorial Local.