mañanera claudia sheinbaum

Tokio 2020: “Entradas” agridulces

Como escribía en la entrega anterior, han comenzado —con un desfase en el calendario Tokio “2020” en el año 2021 y con un desfase horario [para Tepic de 15 horas]— los XXXII Juegos Olímpicos, terceros realizados en el país del sol naciente y segundos celebrados en Tokio.

Personalmente, los momentos que más me impresionaron fueron dos: el espectáculo de los 1,824 drones configurando nuestro planeta sobre el estadio olímpico y — el espacio-tiempo del encendido del pebetero olímpico por la tenista afroasiática Naomi Osaka, preparado por los últimos y simbólicos relevos portando el fuego cuyo recorrido tuvo que ser modificado y cuya espera de prolongó de manera no prevista a causa de la pandemia del SARS-COV-2.

Sin duda, el símbolo del fuego es uno de los símbolos clave de muchas culturas: en algunos casos, en estrecha relación con el sol, en otros casos con el arkhé primordial, en otros casos como símbolo de la presencia divina que inflama los corazones…

Con una relativa adaptación al desfase de horarios y, en no pocos momentos, pasando de un canal a otro en busca de eventos deportivos, he podido participar ya del que se pudiera denominar “espíritu olímpico”, disfrutando, por lo pronto, algunas “entradas” de este “buffet deportivo de clase mundial” que apenas comienza y que, sin embargo, ya va mostrando ciertas tendencias…

Futbol, natación, volley bol de playa y de salón, tiro con arco, clavados, tae kwon do, softbol, basquet bol, tenis, ciclismo, bádminton, remo, se pueden contar entre los deportes de los que he podido ser testigos, aunque en algunos casos, apenas, una “probada”, porque son demasiados platillos y no todos están disponibles…

Pero, incluso, con esas pequeñas degustaciones, se puede percibir el común sabor a laurel del Olimpo…

En los deportes de conjunto, sin duda, se ha tratado, propiamente, de “entradas”, porque todavía queda mucho trecho por recorrer y, sin embargo, ya se han dado algunos resultados sorpresivos, entre los que destaco la derrota del “dream team” norteamericano de basquetbol que, en su partido de presentación, fue derrotado por el equipo francés, con un desempeño que dejó mucho que desear [37% de tiros de campo y Kevin Durant con 4 encestes en 12 intentos y solo 10 puntos]…

Pero en otros deportes, ya se han entregado medallas, se han roto marcas olímpicas y mundiales y se han dado sorpresas…

En natación, por ejemplo, este domingo 25 se rompieron cuatro récords olímpicos —uno de ellos, el de 100m dorso femenil ¡tres veces en cinco minutos! — y una marca mundial: 4x100m estilo libre femenil, por el equipo australiano.

Entre las sorpresas, mencionaría el triunfo del ciclista ecuatoriano Richard Carapaz y el del nadador tunesino Ahmed Hafnaoui en los 400m libres…

Y, como espectáculo, pocos como el arte gimnástico de Simone Biles, probablemente, la estrella principal de los Juegos Tokio 2020, quien, sin embargo, solo en uno de los cuatro aparatos —el salto de caballo— clasificó a las finales en primer lugar, por lo que será difícil que vuelta a ganar cuatro medallas de oro como en Río 2016.

Independientemente de la degustación de las dimensiones estéticas del deporte olímpico, está presente la dimensión emotiva, esa que, de manera casi inevitable, nos hace ver los cosas desde una determinada perspectiva y cuando se trata de una competencia entre dos, a involucrarnos en ella desde la perspectiva de una de las dos personas o equipos que se disputan el triunfo…

Pues bien, en ese orden de cosas, el momento más emotivo que he experimentado en estos días iniciales de Tokio 2020, ha sido, sin duda, la competencia mixta de Tiro con arco en la que Alejandra Valencia y Luis Álvarez obtuvieron la medalla de bronce después de vencer a la dupla de Alemania y caer con la de Corea del sur, para finalmente, vencer a la de la Gran Bretaña. El otro momento emotivo, en el que también estuvo presente “el amor patrio” o algo por el estilo, fue el del triunfo 4-1 sobre Francia en el futbol varonil…

Esto viene a cuento, a propósito de las expectativas que se han cumplido: las dos acabadas de mencionar, el cuarto lugar en clavados sincronizados de trampolín de tres metros alcanzado por Dolores Hernández y Carolina Mendoza —mismo que fue cuestionado por Paola Espinosa, quien consideró que a ella y a Melany Hernández les correspondía ese lugar y que habrían podido ganar una medalla— y la clasificación de Alexa Moreno a las finales de salto de caballo.

Y, entre las no cumplidas: la derrota ante Japón en futbol, la eliminación de en cuartos de final del equipo femenil de tiro con arco que se esperaba obtuviera una segunda medalla para nuestro país…

Entre las esperanzas de obtener medallas, siguen vigentes el equipo de futbol varonil, los clavadistas Alexa, en el salto de caballo, Alejandra Valencia y Luis Antonio Álvarez en las pruebas individuales de tiro con arco… Quizás alguna otro en taekowndo y, no mucho más… Entre cinco [Carlos Padilla, presidente del COM] y diez [Ana Gabriela Guevara, directora de la Conade] eran las esperanzas antes de iniciar los juegos…

En cuanto al medallero, después de los primeros días de competencia, nada demasiado fuera de lo esperado: China, Estados Unidos y el Comité Olímpico Ruso [¡sic!], las delegaciones con más medallas [11, 10 y 7 respectivamente]; China, Japón y Estados Unidos, las delegaciones con más oros [6, 5 y 4 respectivamente] y México, en el lugar 35, empatada con Estonia, Israel, Mongolia, Eslovenia y Suiza, con una medalla de bronce o, en el lugar 22 por número de medallas, empatada con otras doce delegaciones…

De las transmisiones a la mano, me quedo con las de Claro-video que ofrece cuatro canales dedicados, exclusivamente, a la transmisión de eventos, en vivo y diferidos; notable el esfuerzo de Imagen televisión y significativa la exclusión de los consorcios globales más importantes: ESPN y FOX Sports.

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