Durante la pandemia de covid-19 se disparó el gigantesco abismo que históricamente ha existido entre los más pobres y los dueños de grandes fortunas en Latinoamérica. La lectura que hacen especialistas es que “los pobres se hicieron más pobres y los ricos más ricos”.
De acuerdo con un reporte del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el número de multimillonarios en la región subió de 76 a 107 y el total de la fortuna acumulada por el selecto club escaló de US$284.000 millones a US$480.000 millones.
Es decir, en América Latina el número de personas más ricas aumentó 41% y el patrimonio combinado del selecto club se disparó 69%.
El cálculo proviene de un análisis hecho por el PNUD, comparando marzo de 2020 con mayo de este año, según datos publicados por Forbes.
Aunque los patrimonios varían constantemente según se mueven los mercados, el fenómeno refleja una tendencia.
Entre los nuevos 31 multimillonarios latinoamericanos que surgieron durante la pandemia, justo en medio de una de las peores crisis económicas de las últimas décadas, hay nombres como Beatriz Dávila de Santo Domingo (Colombia), David Vélez (Colombia), Guilherme Benchimol (Brasil) o André Street (Brasil).
Y algunos de los que retornaron a la lista de Forbes son Eduardo Eurnekian (Argentina), Fernando Chico Pardo (México), David Peñaloza (México), Horst Paulmann (Chile), Luis Enrique Yarur Rey (Chile), Vito Rodríguez (Perú) o Eduardo Hochschild (Perú).
Una de las razones es que, a pesar del desastre económico, Wall Street ha estado de fiesta marcando máximos históricos.
Y como las personas con gigantescas fortunas invierten gran parte de su capital en las bolsas, su patrimonio se ha disparado.
En pocas palabras, tanto en Latinoamérica como en el resto del mundo, los pobres se hicieron más pobres y los ricos se hicieron más ricos.
Para explicar la desconexión entre Wall Street y la calle, economistas como Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard, han planteado que a nivel global esta crisis golpeó duramente a las personas de menores ingresos y los negocios de menor tamaño.
“No afecta tanto a las ganancias de las empresas. Es solo el 20% inferior de la población el que realmente sufre y eso no afecta a la bolsa. Es cruel, pero esa es la lógica de los mercados”, apuntó Rogoff.
Bajando un poco del pedestal de los ultra-ricos, la consultora financiera suiza Credit Suisse, publicó a fines de junio un informe sobre el aumento de los millonarios en el mundo.
Éstos crecieron en unos cinco millones en 2020, empujando la cifra total de individuos a 56 millones.
Eso significa que alrededor del 1% de los adultos en todo el mundo se hicieron millonarios por primera vez.
En este aumento del poder adquisitivo influyó tanto el comportamiento de las bolsas, como el alza de los precios de las propiedades.
Anthony Shorrocks, economista y autor del Informe Global de Riqueza de la consultora, dijo que la pandemia tuvo un “impacto agudo a corto plazo en los mercados globales”, pero esto “se revirtió en gran medida a fines de junio de 2020”.
“La riqueza global no solo se mantuvo estable frente a tal agitación, sino que de hecho aumentó rápidamente en la segunda mitad del año”, explicó.
En América Latina la brutal diferencia entre la economía “real” y el mundo financiero ha seguido un camino similar al resto del mundo, en términos al impacto de los mercado bursátiles en la concentración de la riqueza.
“La desigualdad en la región ha crecido mucho durante la pandemia”, le dice a BBC Mundo Luis Felipe López-Calva, director regional del PNUD para América Latina y el Caribe.
Por países, la lista de los que tienen el mayor número de multimillonarios está encabezada por Brasil, México y Chile, seguida por Perú, Colombia y Argentina.
La mayoría de los super-ricos en Latinoamérica está concentrada en cuatro sectores: financiero, telecomunicaciones, medios digitales de pago y salud.
“Estos son sectores intensivos en capital, que generan pocos puestos de trabajo”, agrega López-Calva y advierte que “cuando la concentración de recursos se traduce en una concentración del poder político puede provocar un círculo vicioso”, que en la práctica retroalimenta las disparidades.
Desde su perspectiva la forma de enfrentar el problema de la creciente desigualdad es a través de una mejor regulación y una mayor redistribución de los ingresos.
En ese sentido, es partidario de que los países impulsen reformas tributarias que permitan aumentar la recaudación fiscal para financiar la seguridad social y mejorar las carencias en los sistemas de salud y de educación.
El reporte del Instituto de Investigación Credit Suisse al que se hace referencia, indica que la pandemia del coronavirus provocó un enorme crecimiento en la disparidad de riqueza en todo el mundo el año pasado, creando 5,2 millones de nuevos millonarios.
“Las repercusiones de la pandemia de covid-19 llevaron a aumentos generalizados en la desigualdad de la riqueza en 2020”, sostiene el reporte anual de riqueza global, que explica que los más acaudalados supuestamente sacaron provecho del crecimiento del precio de las acciones.
Así, el número total de millonarios a nivel global se ha situado en 56,1 millones de personas, que supuestamente poseen el 45,8 % de la riqueza mundial. De hecho, 2020 se convirtió en el primer año en el que más del 1 % de los adultos del mundo eran “millonarios en dólares”, indica el informe. De los 5,2 millones de nuevos millonarios, un tercio, o 1,7 millones, residen en EE.UU.
El documento admite que el crecimiento de la brecha de riqueza se debe a la “naturaleza de la respuesta política” a la pandemia por parte de los Gobiernos y los bancos centrales de todo el mundo. “El aumento de la desigualdad de la riqueza probablemente no fue causado por la pandemia en sí, ni por sus impactos económicos directos, sino que fue una consecuencia de las acciones emprendidas para mitigar su impacto, principalmente las tasas de interés más bajas”, destaca
El impacto de la pandemia en la riqueza de los hogares, en particular para los más pobres, fue peor en los estados donde los Gobiernos no otorgaron compensación por los salarios perdidos durante los confinamientos. Al mismo tiempo, los grupos más ricos, que ya tenían vastas tenencias de acciones y propiedades, no se vieron relativamente afectados por los cierres.
En opinión del economista Guillermo Oglietti, el aumento de ganancias de los ricos refleja un mayor interés por los negocios financieros que por los productivos.(RT23/06/21).
Las ganancias combinadas de las 10 personas más ricas del mundo durante la pandemia del coronavirus alcanzaron los US$540.000 millones, según un reciente estudio de la organización Oxfam.
Esta cantidad sería suficiente para evitar que los habitantes del mundo caigan en la pobreza a causa del virus y pagar una vacuna para todos, aseguró la ONG, pues su informe encontró que la riqueza total de los multimillonarios era equivalente al gasto total de todos los gobiernos del G20 para recuperarse del virus.