Recientemente se informó del primer caso en México de una persona diagnosticada con “hongo negro” y quien se recuperaba de COVID-19.
A pesar del gran número de pacientes con hongo negro registrados en la India, este padecimiento no suele ser frecuente. Sin embargo, es importante tomar en cuenta sus síntomas, cómo se contagia, los padecimientos, tratamientos y personas que pueden ser más propensas a contraerla.
El hongo negro (mucormicosis por su término científico) es una enfermedad en la que un hongo produce un tipo de moho para atacar a las pequeñas arterias y venas de los tejidos, interrumpiendo así el flujo de la sangre y derivando en la necrosis, que es la muerte del tejido; esta última etapa ocurre sólo en casos severos.
Los principales síntomas suelen ser congestión y sangrado nasal. También se puede presentar hinchazón y dolor en el ojo, párpados caídos y visión borrosa. Lamentablemente, los pacientes suelen acudir a consulta médica en etapas muy avanzadas, cuando la visión ya fue prácticamente afectada, por lo que opción más viable es la extirpación del ojo para evitar que la infección llegue al cerebro. Este cuadro de infección puede diagnosticarse previamente con técnicas convencionales en laboratorios de microbiología con tinciones para hongos y cultivos.
Si se detecta en casos severos, el tratamiento inicial es la remoción de los tejidos afectados con cirugía. Después, se debe suministrar diariamente un fármaco contra los hongos llamado anfotericina B – y hasta ahora el único eficaz contra la infección- de forma intravenosa para controlar la enfermedad; éste también se suministra en casos moderados o leves.
Es importante aclarar que este tipo de hongo no afecta a personas con el sistema de defensa normal, sino a aquellas cuyo sistema se encuentra debilitado como pacientes con cánceres de diversos tipos, diabetes severas, VIH/ SIDA o coronavirus.
La manera en que alguien puede contraerla no es a través del contacto de persona a persona, sino al respirar las esporas que puedan encontrarse en el medio ambiente, como en el suelo, las plantas, el estiércol y las frutas y verduras en descomposición.
Se han registrado miles de casos entre pacientes que se habían recuperado de COVID-19 o que estaban en proceso de recuperación, de ahí que se asocie a la pandemia. Sin embargo, la enfermedad reportada principalmente en la India es la mucormicosis (también llamada zicomicosis), causada por un grupo de hongos llamados mucormicetos.
“Los médicos de la India informan que el número de casos de mucormicosis ha aumentado considerablemente y que los hospitales más grandes la diagnostican en los pacientes cada dos días”, dijo Oliver Cornely, profesor de investigación en el Centro Europeo de Excelencia para Infecciones Fúngicas Invasoras en Colonia, Alemania.
“El hongo comienza en las fosas nasales y se disemina a través de la membrana mucosa hasta los huesos”, explicó Cornely. “También puede pasar a través de los huesos hasta los ojos, la cuenca del ojo, los músculos y los nervios”.
Cuando eso sucede, los cirujanos a menudo tienen que extirpar un ojo completo para salvar la vida de un paciente. Es una operación radical, pero se considera la única forma que tienen los médicos de eliminar el tejido infectado. “El hongo también puede infectar el cerebro”, dijo Cornely.
La mucormicosis es una infección poco común. Las personas lo contraen cuando entran en contacto con mucormicetos, un tipo de moho. Los síntomas iniciales suelen ser bastante comunes: ojos rojos o nariz enrojecida. Más tarde, los pacientes pueden tener secreción nasal con sangre o negra, quizás también fiebre y pueden experimentar dificultad para respirar.
También presentan secreción nasal (negruzca / sanguinolenta), dolor local en el pómulo. Dolor, entumecimiento o hinchazón facial unilateral, así como decoloración negruzca sobre el puente de la nariz y / o el paladar.
Se puede presentar dolor de muelas, aflojamiento de dientes, afectación de la mandíbula; visión borrosa o doble con dolor, lesión cutánea; trombosis y necrosis, además de dolor de pecho, dificultad para respirar y vómitos con sangre.
Sin embargo, dicen los especialistas, no hay necesidad de entrar en pánico y el riesgo de que una persona sana o incluso alguien con una infección leve por coronavirus contraiga mucormicosis es poco común. Aunque es importante tratar la mucormicosis lo antes posible.
“No hay duda de que los médicos en la India tienen la experiencia suficiente para detectar una mucormicosis, pero ni siquiera ellos normalmente verían este tipo de infecciones con tanta frecuencia”, dijo Cornely. Pero esa es precisamente la situación que enfrentan ahora, agregó.
De acuerdo con una investigación, la mucormicosis no es contagiosa entre personas o animales. Solo se desarrolla en pacientes con las condiciones propicias en su cuerpo, como la diabetes o la inmunodepresión causada por otras enfermedades.
La semana pasada, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, aseguró que la mucormicosis no es nueva y que no se debe de pensar que se expandirá como el coronavirus.
“Ha habido una cantidad importante de casos de mucormicosis en India. Es posible que esto se deba al uso de dosis muy altas de medicamentos esteroides”, explicó.
La India, que sigue siendo el país del mundo que registra más casos nuevos de coronavirus, con 1.3 millones durante la última semana, también es foco de un aumento de diagnósticos de la murcomicosis.
Científicos han advertido que “a medida que la India continúa logrando estabilidad sobre la situación existente (por la COVID), ha surgido otra amenaza inminente en forma de enfermedad asociada al coronavirus, la murcormicosis”.
Akshay Raut, adscrito al Saint George Hospital y a la escuela pública de medicina Grant Government Medical College de Mumbai, y Nguyen Tien Huy, de la School of Tropical Medicine and Global Health y la Universidad de Nagasaki, suscriben la advertencia que habla de 14,872 casos del Hongo Negro hasta el 28 de mayo pasado.
En vista de este rápido aumento, el Gobierno central indio está enviando el medicamento anfotericina B, principal tratamiento contra la enfermedad además de la cirugía para retirar los tejidos infectados, a todos los estados afectados y prohibió transmitir otra información de control sin que sea autorizada por el Gobierno.
En tanto como ya sabemos, América, otro punto central de la pandemia de la COVID-19, también ha registrado varios casos.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud, “en la región, hay reportes públicos de casos bien documentados en Estados Unidos, en Brasil, en México, en Paraguay y en Uruguay”.
“Sin embargo, en este momento, es un número de reportes muy limitado”, incluso contando con la Red Latinoamericana de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (ReLAVRA), que recibe dichas cifras.
@salvadorcosio1
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