Según la Asociación Mexicana de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos (AMBADIC), alrededor de 5 mil 950 negocios de este tipo deberán cerrar definitivamente en enero de 2021. Esto debido a los efectos de la pandemia de Covid-19, y el retorno al semáforo epidemiológico rojo en la Ciudad de México (CDMX).
El presidente del consejo directivo de tal asociación, Helking Aguilar Cárdenas afirmó, a 10 meses de haber cerrado estos establecimientos por la pandemia se perdieron más de 350 mil empleos. Asimismo, informó, el 10 de enero, día tentativo para levantar las restricciones del semáforo rojo, “será un día fatal” pues el 70 por ciento de los establecimientos de este giro cerrarán de manera definitiva.
Bajo esta línea, el directivo argumentó, no existe un negocio que pueda subsistir 10 meses sin operaciones y sin apoyos de ninguna especie. Aguilar acusó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador de “olvidar” a la industria y la vida nocturna. “Los lugares formales que generan empleos, pagan impuestos y servicios vuelven a estar cerrados”, indicó para medios locales. “La informalidad tolerada al 100% es una muestra más del abandono al sector empresarial de parte del gobierno”.
De acuerdo con una evaluación realizada por la asociación, las afectaciones a la industria alcanzaron cifras “realmente preocupantes” a nivel nacional. En la primera declaración de semáforo rojo al inicio de la pandemia, se perdieron alrededor del 47 por ciento de los empleados, equivalente a 295 mil plazas directas. Asimismo, los empleados dejaron de percibir cerca de 4 mil 480 millones de pesos mensuales si se cuentan únicamente las propinas.
Por otro lado, durante el periodo de marzo a diciembre, se ha tenido una pérdida de 160 mil millones de pesos en derrama económica. Es decir, alrededor de 20 mil millones de pesos mensuales a consecuencia del cierre de la industria. Respecto a las limitaciones de horarios y funcionamiento, la AMBADIC indica, se logró sostener apenas a 265 mil empleados en todo México. En este sentido, los trabajadores de la industria percibieron, en promedio, dos tercios menos de ingresos, a comparación de lo que obtenía antes de la pandemia.
Ante una casi imposible recuperación del sector, Aguilar afirmó, “no podemos descartar las movilizaciones de gran tamaño” tras el cierre. Asimismo, lamentó, se haya acusado a los bares de ser los responsables de la propagación del virus SARS-CoV-2; según el presidente de la asociación, la satanización y cierre de estos recintos fue lo que provocó la proliferación de eventos y fiestas clandestinas.