Coloquialmente conocido como “fuercitas” en México, la lucha de brazos o pulsos, como también se le conoce, es una modalidad de lucha que ha acompañado a la humanidad desde tiempos muy remotos en su historia. El dato mas antiguo se remonta al antiguo Egipto, civilización que retrató esta práctica de lucha con brazos en una pintura datada alrededor del año 2000 a. C. En esta, los contrincantes se sientan frente a frente en una mesa, juntan las palmas de sus manos mientras, planta los codos en la superficie plana y cada uno intenta forzar el brazo del otro hacia abajo con el objetivo de hacerlo tocar la mesa o un cojinete.
Pasado el tiempo, la lucha de brazos se convirtió en un deporte de taberna cuya la primera competencia fue organizada en 1952 por un periodista llamado Bill Soberanes en el Gilardi’s Saloon en Petaluma, California. En 1962, el torneo se trasladó a un auditorio de la misma ciudad, donde se rebautizó como Campeonato Mundial de Lucha Libre. Pero no fue sino hasta el estreno de la película “Over The Top” en 1987, protagonizada por el actor Sylvester Stallone, que dicha practica adquirió una fama e impulso adicional.
Es necesario decir que la lucha de brazos es una subcultura próspera, que ha florecido en todo el mundo desde entonces. Fundada en el 2014, la World Arm-Wrestling League (WAL) es una de las organizaciones mas grandes y alberga los eventos mas importantes de este deporte, fomentando la participación sana en todos los niveles. Si bien resulta en apariencia un deporte de fuerza bruta, la lucha de brazos no se trata solo de grandes músculos; las tácticas y técnicas para abordar al oponente también juegan un papel fundamental. Por ello, cualquier persona puede practicar esta disciplina: maestros de secundaria, mecánicos, ingenieros, bomberos y contadores.
Hoy se celebran campeonatos mundiales que cuentan con más de mil competidores profesionales provenientes de 47 países de todo el mundo. Para esta practica, existen solo cinco reglas básicas; codo sobre la almohadilla de la mesa, la otra mano en una clavija en el borde de la mesa, al menos un pie debe permanecer en el suelo, los hombros deben estar por encima de la mesa y por ultimo, bloqueo de muñecas y comienza.
Geoff Hale es un geólogo con modales y con gafas durante el día. Pero también es un competidor de la WAL y en el contexto de los torneos es cuando esa forma tranquila se ve transformada en una persona completamente diferente; con ojos saltones y músculos estallando, se convierte en el “Hale Raiser”: “Estar en un entorno en el que uno puede volverse loco es simplemente libertad, es lo que es. Libertad para ser ese animal, esa bestia, para soltar ese instinto asesino natural. Eso es lo que sale cuando estás sobre la mesa “ afirmó durante una competencia de la WAL en 2018.
Desafortunadamente la emergencia sanitaria freno de tajo el desarrollo de los distintos campeonatos de lucha de brazos, sin embargo en la pagina oficial de la WAL comentaron que regresaran hasta que las condiciones sanitarias sean las idóneas por seguridad de los atletas y profesionales de este deporte, pero sobre todo de los aficionados.