El Centro para el control y prevención de enfermedades de Estados Unidos realizó cambios a los lineamientos para realizar pruebas de detección de la Covid-19 en el país. La guía, actualizada el 19 de septiembre de 2020, ahora reinstituye la recomendación de realizar pruebas a personas que, pese a no presentar síntomas, hayan estado en contacto cercano con un caso de contagio confirmado o sospechoso.
La guía de la CDC contempla como contacto cercano el haber estado a menos de 6 pies (aproximadamente 1.9 metros) de distancia por al menos un periodo de 15 minutos. Ello viene a reforzar las medidas de control y vigilancia epidemiológica en el país y a revertir una revisión realizada el 24 de agosto de 2020, la institución explícitamente agregó que sujetos asintomáticos “no necesariamente necesitan una prueba”. Esta fue criticada por diversos agentes como una forma de disminuir la importancia de la pandemia con motivos políticos.
Estas circunstancias ocasionaron polémica a lo largo del país. Andrew Cuomo, gobernador demócrata del estado de Nueva York, calificó esta medida el 27 de agosto de 2020 como “propaganda política”, “inherentemente contradictoria” e “indefendible”, al tiempo que aseguró que “no seguirán los lineamientos de la CDC. Advertiría a las compañías privadas en contra de seguirlos”. A su vez, Chuck Schumer, líder del ala demócrata en el senado, declaró ese mismo día que el presidente Trump “piensa que al ignorar el hecho de que 180 mil personas han muerto puede esconder la Covid-19 bajo una alfombra y que nadie notará sus fracasos”
En una declaración enviada al medio CNBC, Robert Redfield, director de la CDC, aclaró que el motivo para observar con mayor celo la debida necesidad de realizarse una prueba responde al hecho de que: “Todos los que necesiten una prueba Covid-19, pueden obtenerla, pero todos los que quieran una prueba no necesariamente la necesitan, la clave es trabajar con la comunidad necesaria para la toma de decisiones y las subsecuentes acciones”
Con términos similares, Michael Caputo, antiguo oficial de campaña de Donald Trump y vocero del Departamento de Salud y Servicios sociales de Estados Unidos, defendió los lineamientos del 24 de agosto arguyendo que: “Esta guía ha sido actualizada para poner énfasis en hacer pruebas a individuos por razones clínicas y de salud pública, incluyendo el realizar pruebas a sujetos asintomáticos cuando son dirigidos por líderes en salud pública y proveedores de servicios de salud”. El 16 de septiembre, Caputo fue momentáneamente relevado de su cargo y se encuentra bajo sospechas de interferir con asuntos internos de la CDC en pos de los republicanos de la Casa Blanca.
En los nuevos lineamientos anunciados el 18 de septiembre de 2020, la CDC aclara que “debido a la significancia de la transmisión asintomática o preasintomática, esta guía refuerza la necesidad de realizar pruebas a sujetos que no presenten síntomas.” esperando brindar mayor claridad y certidumbre ante la controversia suscitada en semanas anteriores, motivada en gran medida por la cercanía de los comicios federales de Estados Unidos a celebrarse el próximo 3 de noviembre de 2020.