De acuerdo con el análisis sobre los retos y oportunidades para después del Covid-19, publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en colaboración con diversos especialistas en América Latina, la respuesta ante el impacto de la crisis sanitaria en México debe considerar el fortalecimiento del sector salud y la protección del empleo para la recuperación económica, ya que la pobreza aumentará, y la población en condiciones vulnerables será la más afectada a largo plazo.
Con 493 mil casos y 53 mil 929 muertes registradas en México, la crisis sanitaria genera un panorama de incertidumbre sobre el futuro del sector salud, y el impacto que la pandemia pueda tener en la salud pública. Por este motivo, y debido a las deficientes condiciones del sector salud en el país, existentes de manera previa a la pandemia, ya que México cuenta con menos de dos camas por cada mil habitantes, la primera preocupación del BID es el fortalecimiento del sector salud.
Este sector enfrenta un déficit de personal de salud en todo el país, ya que cuenta con 1.6 médicos por cada mil habitantes, frente a la recomendación de 3.4. Pese a este escenario, el BID indicó el plan de recuperación del gobierno, sobre la rehabilitación de hospitales, permitirán ampliar la capacidad del sistema de atención de emergencias nacionales.
Respecto al impacto de la crisis sanitaria en el ámbito social y laboral, se espera un empobrecimiento en los sectores medios y bajos más vulnerables, principalmente por un repunte en los índices de desempleo, condiciones de precariedad, y dificultades para solventar gastos debido una disminución de los ingresos personales. Según las estimaciones del BID, con base a los cálculos de pobreza multidimensional, la cifra estimada de aumento en la pobreza es de 61 a 71 millones de personas al término de la pandemia.
Asimismo, la oferta y mercado de trabajo durante la pandemia presentan un declive importante, que podría aumentar considerablemente si se prolonga la crisis sanitaria, y pese a la implementación de programas sociales, cuyo alcance estimado es de 22 millones de personas. A partir del estudio sobre este mercado, la caída en los empleos formales ascenderá a 4.1% en un periodo que comprende de corto a mediano plazo; a diferencia de un periodo a largo plazo, donde podría ascender hasta 14.4%.
Para mitigar un mayor deterioro en el mercado de trabajo, así como el declive en materia social respecto al crecimiento del desempleo, se debe acelerar la recuperación de la economía a través de medidas de política económica que respondan a situaciones fiscales reales, objetivos claros, y con la participación de los organismos gubernamentales. La política fiscal debe garantizar una trayectoria sostenible respecto a los ingresos y gastos públicos, con el objetivo de prevenir el incremento de pasivos públicos, lo que permitirá destinar recursos a mayores prestaciones públicas.
Ya que México enfrenta relaciones internacionales complejas, principalmente por la implementación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y su efecto en la cadenas de producción, suministros e inversión, el BID resaltó la oportunidad de capitalizar los espacios del sector exportador, para incrementar la contribución de bienes mexicanos y generar empleos.
Frente a las repercusiones sociales, económicas y geopolíticas de la pandemia de Covid-19, el fortalecimiento del sector salud y la protección del empleo son oportunidades de recuperación económica para responder a los retos presentados al término de la pandemia.