El cubrebocas se ha convertido en uno de los recursos indispensables para hacer frente y reducir la propagación de la pandemia de Covid-19. Además de tomar consciencia sobre su uso, la población se ha preguntado ¿qué tan efectivos son? Un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) concluye que si en Estados Unidos se hubiera introducido un mandato del uso de cubrebocas obligatorio para los empleados de empresas públicas desde el 1 de abril, la cantidad de muertes habría sido un cuarenta por ciento menor el primero de junio.
Victor Chernozhukov, profesor del departamento de Economía y del Centro de Estadística y Ciencia de Datos del MIT comenta; “Es una política muy efectiva que incluye relativamente poca interrupción económica. Descubrimos que producía una reducción considerable en el numero de muertes”. Además, los investigadores evaluaron la forma en que muchas de las medidas de reducción de movilidad, como salidas casuales o de compras, han ayudado en la disminución de contagios.
Para realizar el estudio, los economistas aprovecharon el hecho de que a lo largo de muchos estados de la Unión Americana se han implementado mandatos sobre el uso de cubrebocas en diferentes momentos en lo que va de 2020. Se examinaron las trayectorias antes y después del uso de cubrebocas y el estudio pudo identificar el impacto de estos.
“Los resultados se mantienen. Controlar el comportamiento, las variables de información, los factores de confusión: los mandatos del uso del cubrebocas son fundamentales para la disminución de las muertes. No importa cómo miremos los datos, ese resultado está ahí “ dice Chernozhukov.
Se ha estimado que la orden del uso de cubrebocas ha producido una reducción del cuarenta por ciento en las muertes en Estados Unidos. Esta cifra se eleva al ochenta por ciento, donde son sumados factores como las políticas publicas implementadas de confinamiento voluntario, haciendo ver que esas políticas redujeron el número total de casos entre 500 mil y 3,4 millones entre el 1 de abril y el 1 de junio.
Por su parte, el profesor Michael H. Haischer, del departamento de terapia tísica de la Universidad de Marquette, Wisconsin realizó un estudio titulado ¿Quién lleva una máscara? Diferencias relacionadas con el género, la edad y la ubicación durante la pandemia de COVID-19, donde explica qué personas son las que hacen más uso del cubrebocas.
En dicho estudio se observó a compradores que ingresaban a tiendas minoristas. El 41,5% del total de personas que asistieron a estas tiendas llevaba cubrebocas. Las probabilidades de llevar cubrebocas se vieron incrementadas mientras la edad de la persona aumentaba. También, las mujeres superaron a los hombres en el uso de cubrebocas. Además, las probabilidades de observar una máscara en un una persona de ámbito urbano es cuatro veces mas probable que en una persona de área rural. Por lo tanto, el género, la edad y la ubicación influyen en si los habitantes de alguna región determinada hacen uso de cubrebocas.
De esta manera, los investigadores del MIT concluyeron, la implementación del uso obligatorio del cubrebocas tiene un impacto positivo a lo largo de la pandemia, pues ha reducido de forma significativa la tasa de muertes y contagios de Covid-19.