A pesar de que la pandemia de coronavirus en México no se ha detenido, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó durante la conferencia de prensa que se llevará a cabo el tradicional grito de independencia el próximo 15 de septiembre, así como el desfile de las fuerzas armadas en las calles del Zócalo de la capital.
“Va a haber grito, va a haber desfile, guardando la sana distancia en todo y con protocolos de salud. Todavía no sabemos si va a haber gente, pero va a haber grito”, comentó el mandatario.
Cabe recordar que desde finales de junio, el presidente aseguró que se llevaría a cabo la celebración anual. “¿Cómo vamos a suspender el grito? De ninguna manera. Lo que tenemos que hacer es analizar, entonces, en su tiempo, cómo se hace la ceremonia”, dijo en relación al avance de la pandemia.
López Obrador detalló que el motivo de llevar a cabo un evento de estas características, a pesar de que el número de contagios continúa creciendo en el país es que “no es posible olvidar la historia, porque ya no es como antes, que se quitó (la materia de) Civismo de las escuelas”.
En relación a este tema, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, comentó el sábado 4 de julio que aún era temprano para determinar si se realizarán los festejos patrios en el país.
“No hemos tomado una decisión formal”, comentó el funcionario, quien también detalló que analizarán la situación con base en el semáforo epidemiológico, así como las tendencias de contagios y hospitalización a lo largo del país.
El titular del Ejecutivo mencionó este tópico después de hablar de la venta de boletos para la rifa del avión presidencial, la cual también se llevará a cabo el próximo 15 de septiembre. “Se reactivó lo de la venta de los cachitos y ya muchos están comprando, porque tenemos que vender todos los boletos, yo creo que sí vamos a poder terminar. La semana próxima vamos a informar de cuántos se han vendido”.
Sin embargo, los esfuerzos por vender billetes de lotería con la imagen de la aeronave no van del todo bien, pues el lunes dijo que sólo cerca de una cuarta parte de los 6 millones de billetes han sido vendidos, una cantidad baja que se debe en parte a que los vendedores no han podido recorrer las calles en medio de la pandemia de coronavirus.
Los efectos económicos del cierre parcial de actividades aparentemente también han ocasionado que menos mexicanos estén dispuestos a pagar los 500 pesos que cuesta cada billete, es decir, cerca de una semana de salario para los trabajadores con menos ingresos.
Con el sorteo de la lotería a menos de dos meses, el 15 de septiembre, López Obrador enfrenta la posibilidad de que se pierda dinero en vez de alcanzar los fondos que se fijaron como objetivo para la compra de equipo médico.
Con tan sólo 1.5 millones de billetes vendidos, lo recabado actualmente apenas cubre cerca de 38% de la bolsa garantizada de 90 millones de pesos. Otros costos administrativos podrían ahondar aún más el hueco. El premio será dividido en 20 partes iguales.
Por ello, el presidente lanzó un exhorto a los empresarios a que compren planillas de billetes y los distribuyan entre sus empleados o en escuelas, y a que los sindicatos los repartan entre sus agremiados.
“Ya falta poco para el día 15 de septiembre, y tenemos que vender los boletos”, subrayó López Obrador, de pie frente al jet en un hangar del aeropuerto internacional de Ciudad de México.