Los vehículos eléctricos se han convertido en una realidad y ahora las empresas automotrices apuestan por este modelo de negocio. Recientemente, Tesla se convirtió en la empresa más valiosa que fabrica automóviles eléctricos, superando a Toyota, empresa que produce 10 millones de unidades al año en todo el mundo.
El boom del mercado eléctrico no ha sido benéfico solo para Tesla; la empresa china Li Auto, quien es respaldada por el gigante de entrega de alimentos a domicilio Meituan Dianping lanzó una oferta pública inicial para vender 95 millones de sus acciones depositarias estadounidenses en un rango indicativo de 8 a 10 dólares por acción, según un informe de la compañía presentado a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos.
También, el grupo Hill House Capital planea invertir 300 millones de dólares en la flota de vehículos eléctricos. Para Li Autos, anteriormente conocida como CHJ Automotive, el prestigio y los comparables listados continúan impulsando en el mercado estadounidense un sentimiento negativo hacia la industria china tras las consecuencias del bloqueo comercial de Estados Unidos hacia el país asiático.
Por tanto, el fabricante asiático de automóviles eléctricos planea utilizar la mayor parte de los ingresos recaudados por vender sus acciones en gastos de capital de investigación y desarrollo de nuevos productos para construir autos eléctricos con mayores prestaciones en cualquier categoría desde sedanes hasta superdeportivos, intentando competir contra una de las empresas más poderosas de Asia, Xpeng Motors. Del mismo modo, en Estados Unidos, empresas de la talla de Amazon, Ford y otras organizaciones privadas están haciendo lo propio; ahora, apuestan por invertir en las firmas de vehículos eléctricos a fin de quitarle el trono a Tesla.
Rivian, uno de los rivales más fuertes de la compañía de Elon Musk, comenzará en 2021 la fabricación de una flota de 100 mil vans eléctricas para la empresa de Jeff Bezos que serán de gran utilidad para el servicio de repartición en su tienda en línea. Además, en 2019, Ford invirtió 500 millones de dólares en Rivian y a pesar de haber detenido temporalmente sus proyectos debido a la pandemia, ambas empresas trabajan en equipo con el propósito desarrollar la primer SUV eléctrica de la firma Lincoln, marca que también posee Ford.
Hasta el momento, la industria automotriz eléctrica empieza a cosechar de manera paulatina los frutos que han sembrado por años gracias a su apuesta por mejorar el medio ambiente. Aunado a ello, las empresas quienes poseen un gran capital e incluso las mismas firmas de coches comenzaron a ampliar sus horizontes tratando de abrirse paso en un mercado que por ahora luce como un nicho, pero en algunos años podrá ser el líder del mercado automotriz a nivel mundial.