Las consecuencias de la crisis sanitaria en China, el epicentro de la enfermedad Covid-19, se han reflejado en múltiples ámbitos, principalmente debido la dificultad para tratar el mayor número de casos de contagio en el menor tiempo posible, el cierre trimestral de casi toda su industria, y los gastos de salud pública. La crisis económica dejó una contracción económica de 6.8% durante el primer trimestre de 2020.
De acuerdo con la información del Buró Nacional de Estadísticas de China, la actividad industrial registró una baja considerable durante mayo, pese a la apertura del 80% de las fábricas al terminar las restricciones de la cuarentena en China; sin embargo, sectores como construcción, transporte y servicios mostraron un aumento que indica una recuperación económica medianamente acelerada para los índices manufactureros y no manufactureros.
El Índice de Gestores de Compras (PMI, por sus siglas en inglés) pasó de 50.8 puntos en abril, a 50.6 en mayo, como indicó la información proporcionada por el Buró Nacional de Estadística de China. Las fábricas de mayor actividad en China registraron un subíndice de 49.4 unidades, a diferencia del 50.2 registrado durante abril.
Por su parte, el sector transporte reportó una recuperación favorable junto con la aplicación de medidas de control para mitigar nuevos contagios y un aumento en el volumen de carga. Según la información de la agencia Xinhua, 99.7% de los proyectos de infraestructura correspondientes al transporte han vuelto a operar con normalidad, así como el 98.4% de las empresas de transporte; tan solo en las primeras dos semanas de mayo, el movimiento de carga en los puertos, por exportación, incrementó respecto al año anterior. A propósito del transporte de pasajeros, público y privado, Xinhua indicó que su recuperación se encuentra en un proceso lento y paulatino, debido en mayor medida a las modificaciones en la movilidad por la emergencia sanitaria, mercado de energéticos, y ventas bajas en este sector.
Con respecto a las expectativas de corto y mediano plazo, las autoridades esperan que la política monetaria continúe con el aumento de volumen de créditos y la expansión de los mismos, con objeto de ajustar la volatilidad en el crecimiento y la expansión fiscal. Pese a la respuesta de las autoridades sobre el panorama económico, el gobierno no reportó expectativas de crecimiento anual, la primera vez desde 2002. Asimismo, Beijing anunció medidas fiscales adicionales para reactivar su economía, con un estímulo de 4.1% del Producto Interno Bruto (PIB), para responder al trimestre en curso y extenderlo hasta el 2021.