A medida que las personas se mantienen en total confinamiento obligatorio con el objetivo de frenar la pandemia producida por la Covid-19, las emisiones diarias de dióxido de carbono (CO2) han disminuido hasta en un 17 por ciento a nivel mundial. Un estudio por parte de la Universidad de Stanford publicado en Nature Climate Change señala la disminución de la demanda de hidrocarburos estimando un impacto en las emisiones anuales encaminando a un futuro menos contaminado.
En la investigación comandada por Rob Jackson, científico y profesor de Stanford recopiló en el documento políticas gubernamentales y datos de actividades a fin de determinar dónde ha disminuido más la demanda de energía con la intención de estimar el impacto de las emisiones anuales y hallar mejores alternativas para una economía más verde y una sociedad más saludable.
“La drástica caída de emisiones de CO2 en todo el mundo se estima que en 2020 sorprenderá a más de una persona, gracias al aislamiento social podremos ser testigos de la mayor caída de emisiones de gases contaminantes desde la Segunda Guerra Mundial, a pesar de haber sido una consecuencia por razones indeseables e insostenibles provocadas por la pandemia han detenido las emisiones de dióxido de carbono impulsadas por la movilidad reducida, la demanda de fabricación y electricidad y otras actividades humanas“, mencionó el científico.
Durante la entrevista para el sitio web oficial de la universidad, el profesor de ciencias del sistema terrestre en la Escuela de Ciencias de la Tierra, Energía y Medio Ambiente de Stanford (Stanford Earth) aseguró que la contaminación del aire debilita los corazones y pulmones fortaleciendo más el virus.
“Los sectores más vulnerables de la población mundial están muriendo desproporcionadamente por Covid-19, encima, viven más cerca de las centrales eléctricas de carbón y las autopistas con auto flujo de automóviles, dos principales fuentes de contaminación del aire que matan a cientos de miles de personas al año. La energía limpia junto con los autos eléctricos podría dar a todos un aire limpio sin la necesidad de refugiarse en casa“, afirmó.
No obstante, la caída de los precios en hidrocarburos y la paulatina recuperación de la pandemia, provocará un retraso en la economía mundial. Las crisis financieras son de corta duración, la recesión de 2008 contrajo la economía, resultando efectos secundarios la disminución de CO2 medio nivel debajo de la norma. En términos de la industria los choques financieros fueron específicos y se reflejaron en los bolsillos de las personas, sin embargo, pequeños negocios y alguna empresas emergentes supieron aprovechar la crisis para destacar en industrias como las energías renovables, reciclaje entre otras.