Debido al impacto económico de la pandemia de Covid-19 alrededor del mundo, múltiples compañías de al menos 500 empleados han comenzado a declararse en bancarrota en lo que va de 2020. Negocios de los sectores más vulnerables como tiendas locales, empresas de turismo u hoteles pasan por grandes dificultades financieras.
En el caso de algunas empresas estadounidenses han declarado bancarrota de acuerdo al capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos. Hacerlo a través de este capítulo, les permite reorganizar su deuda y regresar de la quiebra con una mejor salud financiera, a través de un plan de pagos que les permita continuar con las operaciones, a diferencia del capítulo 7, donde se estipula la venta de los bienes no esenciales del deudor para saldar la mayor cantidad de deuda en el menor tiempo posible, con la consecuente eliminación de la deuda que no cubran los bienes de la empresa.
Algunas de las compañías que se han declarado en bancarrota por este procedimiento son:
- J.Crew Group: El corporativo de esta línea de ropa estadounidense se declaró en bancarrota el 4 de mayo. En un comunicado, anunciaron un acuerdo con sus prestamistas y patrocinadores financieros para reestructurar la deuda y el despalancamiento del balance general.
- Avianca Holdings: La aerolínea colombiana se declaró en bancarrota en un corte en Nueva York. En su anuncio del 10 de mayo, la empresa atribuyó esta decisión a la escalada dramática del impacto económico de la crisis por Covid-19, que ha resultado en una reducción del 80% en sus ingresos.
- RavnAir: Esta aerolínea local de Alaska se declaró en quiebra, con pérdidas del 90% en sus ingresos. Ante la situación, la aerolínea decidió estacionar 72 de sus aviones, detener todas las operaciones y despedir temporalmente al personal restante hasta que la empresas esté en condiciones de cubrir los costos de recontratación.
- Virgin Australia: La aerolínea anunció que buscaría protección al declararse en bancarrota a través de la administración voluntaria para recapitalizar el negocio y garantizar un regreso con una posición financiera más sólida, después de la negativa del gobierno australiano de financiar el rescate económico de la compañía.
Mientras tanto, en México, diversos medios han especulado acerca de la posible quiebra de Interjet, aunque la empresa lo ha negado en múltiples ocasiones. A finales de abril, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) suspendió la membresía de la aerolínea por falta de pago. En respuesta, Interjet informó se encuentra trabajando para reintegrarse pronto a la Cámara de compensación de IATA (ICH/ACH). Resaltó que dicha suspensión no imposibilita la operación de interjet. “Es importante destacar que en los primeros 10 años de interjet, la empresa operó sin ser miembro de IATA y esto en ningún momento afectó las operaciones“, añadió la empresa.
También, el pasado 2 de abril, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) requirió a Interjet detener toda práctica que lesione los intereses de los consumidores. En su respuesta, Interjet notificó la emisión de 186,577 vouchers válidos para reprogramar los vuelos cancelados. No obstante, PROFECO expresó preocupación por una posible simulación, ante la falta de evidencia documental.
A pesar de la dura situación por la Covid-19, Interjet mantiene sus rutas desde la Ciudad de México hacia Cancún, Guadalajara, Monterrey, Oaxaca, Puerto Vallarta y Mérida. La empresa reconoce se trata de una crisis global sin precedentes para la industria aérea, que ya ha causado la bancarrota de otras empresas de aerotransporte. Esto, como sólo uno de los casos de empresas pertenecientes a diferentes sectores que se han visto afectados por la pandemia.