El desarrollo de vehículos autónomos había sido detenido en Estados Unidos debido a diversos factores, principalmente a que no era considerado un buen negocio. No obstante, la actual situación sanitaria por Covid-19 de los norteamericanos los ha llevado a replantearse el uso e implementación de este tipo de vehículos para realizar entregas.
Diversas compañías estadounidenses como General Motors (con su unidad Cruise), Nuro y Pony.ai han estado ayudando con la distribución de alimentos y medicamentos en los estados más afectados por la pandemia de coronavirus. Estas compañías están poniendo a disposición del gobierno y público en general todos sus vehículos y sus mejores versiones para ejercer un impacto positivo en la lucha contra covid-19.
Cabe resaltar que ninguna de las compañías implicadas está ganando dinero o recibiendo apoyo por brindar sus servicios, no obstante, están ganando una clientela a futuro y experiencia en el campo de las entregas automatizadas.
La situación, adversa para los ciudadanos, ha resultado positiva para los desarrolladores de este tipo de tecnología, tal como lo deja ver las palabras de Rob Grant, vicepresidente de la línea Cruise de General Motors: “Lo que yo creo ver en esta pandemia, es que está mostrándonos los límites de lugares y las maneras en que pueden ser usados los vehículos automatizados en el futuro, lo que incluye entregas sin contacto humano como lo estamos viendo ahora“.
Resulta interesante contrastar la opinión actual de los ciudadanos y expertos sobre los vehículos autónomos, pues resalta contra la que se tenía en meses anteriores, porque a finales de 2019 el estado de San Francisco tenía planeado exigir a las empresas ciertos permisos antes de probar este tipo de tecnología en las calles.
Asimismo el desarrollo e implementación habían sido detenidos anteriormente al considerarse peligrosos por la mayoría de las personas debido a no estar aún listos para el caos vial de las grandes ciudades y a los diversos accidentes conocidos de ellos: más de 10 choques registrados en vehículos autónomos de Google, la muerte de una mujer en 2019 en Arizona en las pruebas de Uber, o el fallecimiento de un conductor de Tesla mientras hacía uso del piloto automático del sofisticado automóvil en 2016.
En tiempos recientes de la actual cuarentena, las empresas y gobierno hacen uso de vehículos autónomos para frenar el contagio de Covid-19, hecho que inició en Estados Unidos y se está extendiendo a otras partes del mundo, como China y Rusia, donde no sólo se emplean entregando comida y medicamentos sino también se han usado al remplazar al personal de limpieza para limpiar hospitales y desinfectar las calles.