Tras la propagación de la pandemia provocada por COVID-19, científicos alrededor del mundo en conjunto con empresas privadas, gobiernos, organizaciones no gubernamentales, universidades, y centros de desarrollo médico trabajan a marchas forzadas con la intención de frenar los contagios. En México, la Universidad Panamericana (UP) y su equipo de la facultad de ingeniería Panteras Robotics colaboran junto con la startup Tikkun Olam Makers (TOM) en el diseño e impresión 3D de un aditamento respirador para pacientes con coronavirus.
Por su diseño en forma de Y permite dividir el flujo de aire de un respirador artificial otorgando la posibilidad de suministrar oxígeno a dos pacientes. El dispositivo hecho de plástico ácido poliláctico (PLA) podrá ser de gran ayuda en los hospitales donde no cuentan con suficientes respiradores artificiales. Asimismo, los integrantes de la UP campus México y la startup proveniente de Israel también están construyendo los respiradores Ventilator TOM Splitter que integran la herramienta separadora.
Los estudiantes de ingeniería se sumaron a la convocatoria lanzada por TOM México con el objetivo de colaborar en la lucha contra COVID-19. La startup israelí busca proporcionar una base de datos de código abierto además de un foro con la intención de compartir ideas útiles para frenar la pandemia. El movimiento mundial aprovecha la tecnología y la innovación con la intención de diseñar soluciones accesibles para ayudar a hospitales, centros de tratamiento, y personas de escasos recursos.
Ingenieros, diseñadores, arquitectos, profesionales médicos y desarrolladores de todo el mundo pueden sumarse a la iniciativa impulsada por TOM. Como su nombre lo indica (Tikkun Olam es “curar el mundo” en hebreo) la intención de la organización es construir una infraestructura médica con centros más eficientes de salud, así como la innovación en productos y software para combatir la pandemia.
Esta iniciativa se une a otras innovaciones médicas diseñadas por organizaciones mexicanas. Por ejemplo, la creación de una cápsula que puede mantener un paciente completamente aislado durante su hospitalización, con la posibilidad de controlar la presión atmosférica dentro de la cápsula, así como adaptarla a camillas con la intención de trasladar de forma segura a los pacientes.
Asimismo la Coordinación de Repositorios, Información y Prospectiva (CRIP) en coordinación con el Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (CentroGeo), el Centro de Investigación en Matemáticas (CIMAT), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otras organizaciones trabajan en una plataforma de ciencia de geolocalización de datos basados en la inteligencia artificial (IA). El algoritmo será capaz de brindar información predictiva de la pandemia con patrones espacio-temporales además de aportar análisis complementarios de los diagnósticos elaborados por la Secretaría de Salud.
De la misma manera, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) coordina en conjunto con otros Centros Públicos de Investigación (CPI) el diseño, reparación y producción de ventiladores artificiales. Encima, los CPI participantes diseñaron un arquetipo de respirador avalado por expertos de la Secretaría de Salud y será puesto a prueba con un pulmón artificial. El Conacyt solicitó a la industria manufacturera nacional formar una red de producción de algunas piezas con la intención de producir los respiradores que podrán beneficiar a miles de personas afectadas por el virus.
Ante el déficit de material quirúrgico y respiradores artificiales en los hospitales públicos, las diferentes instituciones educativas como la Universidad Panamericana en conjunto con Tikkun Olam Makers comenzaran la lucha en contra de la pandemia. Aunado a ello, los avances tecnológicos son prueba de innovación y desarrollo por parte de las organizaciones con la intención de vencer el virus que suma ya más de 1 millón 974 mil 715 casos confirmados de COVID-19.