El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Ernesto Talvi, informó que la tarde de este viernes llegó al puerto de esta capital el crucero australiano Greg Mortimer, que trae a bordo a más de 200 pasajeros, muchos de ellos contemplados como portadores del COVID-19.
El ministro destacó que esta fue una “misión humanitaria compleja, pero necesaria”. Unas 112 personas de la tripulación abandonarán el buque, para ser traslados al aeropuerto de Carrasco, donde abordarán un vuelo hasta Melbourne; mientras que la otra parte se quedará dentro, en cuarentena.
La empresa Aurora Expeditions destacó en un comunicado que los pasajeros europeos y estadounidenses “deberán esperar un poco más para salir”, así como aquellos que dieron positivo para la nueva cepa de coronavirus, quienes deberán esperar en cuarentena hasta superar la infección.
Talvi precisó que el gobierno uruguayo maneja la hipótesis de que tanto los pasajeros como los tripulantes del navío están contagiados de COVID-19, por lo que todos los procedimientos se han hecho con “extrema precaución”; destacó, por ejemplo, que el ingreso al aeropuerto se hará directamente a pista y sin manejo de equipaje para evitar cualquier tipo de contacto.
De acuerdo con prensa local, el vuelo humanitario que recogerá a los ciudadanos australianos y neozelandeses estará especialmente equipado para la situación sanitaria de los pasajeros y contará con personal médico.
El gobierno uruguayo adelantó que los pasajeros serán escoltados por una caravana policial y que -antes de ingresar al aeropuerto- los acompañara a un área de desinfección para que estén listos para partir del país a la 01:40 horas del sábado.
Hasta hace unas horas, y desde el 27 de marzo, el Greg Mortimer estaba fondeado a unos 20 kilómetros del puerto de Montevideo. Al atracar en el país sudamericano se leía una manta con un mensaje que decía: “Gracias, Uruguay”.