Ante la pandemia por coronavirus COVID-19, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un nuevo llamado a no mezclar intereses políticos con la salud del pueblo, a “actuar con ética y responsabilidad”.
En conferencia de prensa matutina aseguró que se ajustará a los protocolos que indiquen los especialistas en salud y, en caso de ser necesario, se sometería a la prueba del COVID-19.
“Hago lo que me indiquen los médicos, los responsables. Tomamos la decisión de dejar este asunto de salud pública en manos de médicos, de técnicos, de científicos, porque si se deja en manos de políticos y de politiqueros, que es lo peor, se altera todo. Esa es otra epidemia que tiene que ver con intereses creados”, remarcó.
“Lo que quiero pedir es que no se politice este asunto. Es evidente que hay un interés político y esto no ayuda”, añadió.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, sostuvo que el presidente y todas las personas tienen la misma probabilidad de contagiar a otras en caso de ser portadores del virus, por lo que al realizar las giras de trabajo por la República “no es una fuerza de contagio. No tiene por qué ser la persona que contagie a las masas o al revés”. Reafirmó que la idea acerca de que todas las personas deben hacerse la prueba del coronavirus, es “carente de sentido técnico. No tiene sentido, así no funciona la vigilancia epidemiológica y así no funciona la atención de la salud. (…) Es descabellado, no tiene ninguna lógica científica”.
“Esta prueba no es para uso clínico. Una persona que tenga los síntomas, que tenga la enfermedad, no sirve de nada saber si es positivo o negativo. No existe en el mundo entero y muy probablemente no existirá a lo largo de la epidemia un tratamiento específico, un medicamento que aniquile al virus porque esta enfermedad, igual que la enorme cantidad de las infecciones respiratorias, se curan solas”, explicó el subsecretario.
Precisó que en cada individuo el coronavirus dura aproximadamente 14 días y se resuelve de manera espontánea en la gran mayoría.
Informó que las 153 mil personas que padecieron la enfermedad en el mundo, la enorme mayoría ya están curadas “y esta es una muy buena noticia que ocurre en todos los países porque, además de estar restablecidos, ya no se pueden volver a infectar y esto es lo que hará que se extinga la epidemia”.
Hasta el corte del domingo 15 de marzo por la tarde, México reportaba 53 casos confirmados. De estos, siete están activos en hospitalización en condiciones estables y el resto se encuentra en la fase final de aislamiento preventivo. Más de 12 personas han terminado y están recuperados y curados.
El subsecretario anunció la Jornada Nacional de Sana Distancia del 23 de marzo al 19 de abril. Como parte de las intervenciones la Secretaría de Salud recomienda llevar a cabo medidas básicas de prevención; evitar el contacto estrecho entre personas; suspensión temporal de actividades no esenciales; reprogramación de eventos de concentración masiva, así como la protección y cuidado de las personas adultas mayores.
Precisó que las medidas deben implementarse con conciencia de sus efectos en la población, particularmente de los menos favorecidos económicamente.
“Siempre es deseable empezar a hacer intervenciones pero hay que hacerlas en el momento en que son más útiles y causan menos alteraciones a la sociedad. En términos económicos y sociales, quienes tienen mayor vulnerabilidad son las personas pobres, que viven en el día a día de sus salarios, de sus actividades comerciales. Son a las que hay que tener muy en mente que no se afecten por sus distintas intervenciones de salud pública o de cualquier otra naturaleza”, enfatizó.