El primer ministro británico, Boris Johnson, sostuvo una reunión por la mañana con su equipo de gabinete en Sunderland, simbólico dado que la ciudad al norte de la capital fue la primera en declarar a favor del Brexit, horas antes de que Reino Unido deje la Unión Europea (UE).
El acceso se mantuvo bloqueado por la policía, pero fotos difundidas por la prensa local muestran que el mandatario habló con líderes empresariales locales.
Algunos manifestantes a las afueras del National Glass Center, donde fue recibido, gritaron “Boris, no eres bienvenido”, reporta The Guardian.
La ciudad fue la primera en declarar a favor del Brexit durante el referéndum de la UE en 2016.
A las 11:00 (23:00 GMT), Johnson transmitirá un discurso a la nación previamente grabado, y luego ofrecerá una recepción para el personal en Downing Street, antes de un espectáculo de luces en las afueras del número 10.
“Este es el momento en que amanece y se levanta el telón de un nuevo acto […] es un momento de verdadera renovación y cambio nacional”, dirá Johnson en mensaje de acuerdo reportes de medios internacionales.
Los invitados brindarán por la salida del Reino Unido de la UE con vino espumoso inglés, canapés que incluirán un pan dulce salado cubierto con queso azul Shropshire, filete de cordero, un arado de queso cheddar y pepinillo, confirmó el diario británico.
El gobierno proyectará un reloj con una cuenta regresiva en los edificios de Downing Street, para marcar el momento exacto en que ocurra la salida.
Además, las banderas británicas ondearán en la Plaza del Parlamento, sin rastros del pabellón azul con estrellas doradas de la UE.
Se sabe también que habrá un espectáculo de luces destacando los colores de la unión entre Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte, y entrará en circulación una nueva moneda de 50 peniques.
“Las embajadas británicas en todo el mundo han recibido instrucciones de no celebrar ningún evento especial para conmemorar la salida del Reino Unido de la UE […] en medio de preocupaciones de que sus respectivos países anfitriones recibirán mal el ‘triunfalismo'”, trascendió en el diario Financial Times.
El ciudadano promedio no resistirá los cambios inmediatamente porque Gran Bretaña ingresará a un periodo de transición de 11 meses, donde seguirá obedeciendo reglas de la UE hasta finales de año a pesar de no ayudar a que se cumplan.