El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, externó hoy sus sospechas sobre la tragedia del avión de la Ukrainian Airlines, donde murieron 176 pasajeros al caer en el aeropuerto de Teherán la madurgada del miércoles.

Afirmó en conferencia de prensa que es posible que alguien cometiera un error, ya que sobrevolaba en “un barrio bastante difícil”, aunque duda que fuera una falla mecánica.

El presidente mencionó que la caja negra debería ser entregada a la empresa que construyó la aeronave, la multinacional Boeing, aunque Irán aclaró que no lo entregará a los estadounidenses, como es el caso del origen de la empresa.

Aclaró que tiene el presentimiento de que sucedió algo “muy terrible” y “devastador” con el vuelo que se dirigía a la ciudad de Kiev. Mientras que dos altos oficiales aseguraron al medio estadounidense Político que les parece muy posible que Irán derribara la aeronave.

Los investigadores ucranianos anunciaron este día que consideran causas terroristas como una de las razones principales de la caída del avión, derivado de sus primeras investigaciones, afirmó a cadena de noticias CNN.

Lo que ha provocado cuestionamientos sobre el accidente fue que algunos testigos aseguraron que la nave tenía fuego mucho antes de caer a tierra, lo que no resultaría regular en accidentes de avión que pudieran tener las mismas características.

Las autoridades iraníes, en voz de Ali Abedzaedeh, jefe de la Organización de Aviación Civil, aseguró que es “científicamente imposible que un misil golpeara el avión, esos rumores son ilógicos”.

Agregó que el avión dio una vuelta en U, lo que sugería que hubiera un posible reconocimiento de la falla por parte del piloto del avión, afirmó la agencia Tass, aunque no hay registro de que intentara comunicarse con la torre de control.

Otros expertos citados por CNN aseguran que hubo problemas técnicos con el motor lo que provocó la explosión previa y la caída del avión, aunque los investigadores ucranianos descartaron esta posibilidad, afirmó la agencia local UNIAN.