El exvicepresidente boliviano Álvaro Gracía Linera señala que regresar ahora a su país “sería como un suicidio” y acusa de manera directa a Estados Unidos de impedir que él y el expresidente Evo Morales hagan “cualquier tipo de actividades“.
“Ellos están molestos porque Evo está libre y vivo“, señala en entrevista con el diario argentino Página 12.
Recuerda que desde el primer día de la gestión de Morales, Estados Unidos “se entrometió en asuntos políticos de Bolivia. No tenemos ninguna animadversión hacia los norteamericanos… pero no permitimos que se metieran en los asuntos bolivianos, o que nos dijeran qué teníamos que hacer”.
Acusa que a principios de este año funcionarios estadounidenses se reunieron con opositores a Morales para financiar una campaña en su contra, y tras la renuncia de Morales a la presidencia, hicieron lo imposible para que el avión mexicano, que fue por el exmandatario, no llegara a Bolivia.
Más adelante precisa que “no le temen a la persona, le temen al proyecto social y exitoso de socialismo democrático“, donde Bolivia tuvo la tasa de crecimiento más alta de América Latina y 30 por ciento de su población salió de la pobreza.
“Eso para EE.UU. son credenciales subversivas. Evo es el ejemplo viviente de que se puede ser progresista, de izquierda, y hacer un buen trabajo económico“, destaca García Linera, que señala también que teme por su biblioteca, pues han amenazado con quemarla.
También afirma que han cumplido con el protocolo mundial para los refugiados de no involucrarse en las actividades políticas del país que los ha acogido. “No se nos prohíbe hablar, comentar sobre nuestro país, reunirnos“, acota.
Alerta que en las próximas elecciones presidenciales, obligadas tras la renuncia de Morales del pasado 10 de noviembre para evitar un baño de sangre, según explicó él mismo, sí vaya a haber fraude.
Por ello se pedirá observación de la estadounidense Fundación Carter, de la Unión Europea (UE), de la institución que agrupa a los presidentes de cortes electorales de América Latina y afirma que todas las encuestas señalan la preferencia del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales.
Asegura que en el momento actual en América Latina “no hay una línea homogénea. Es un torbellino, un escenario de disputa. Se gana en un territorio, se pierde otro. No acaba ni de instalarse la contrarrevolución ni la contrarreforma porque no tiene provenir”.
También destaca que México y Argentina son ejemplos de dignidad. “Sin ellos tendríamos un continente regresivo, casi oscurantista”.
“Hoy por hoy México y Argentina son como un oasis en medio de ese caos“, afirma también y por último indica que en la región no hay una ruta preestablecida ni un modelo a seguir. “Hay que confiar que los pueblos tracen y busquen el lugar donde se encuentren las respuestas“.