A propósito del proceso histórico que vive Estados Unidos y que atrae la atención internacional, el juicio político al presidente Donald Trump, senadores mexicanos opinaron quién podría salir afectado tras el debate y la polémica.

Los legisladores difieren sobre el proceso contra Trump. Algunos consideran que con el debate Estados Unidos podría fortalecer sus instituciones, pero otros prefieren mantener el principio de no intervención, según declararon a Notimex en entrevistas por separado.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó con 230 votos a favor el cargo de abuso de poder y con 229 el de obstrucción al Congreso contra Donald Trump, lo cual lo llevará a juicio político ante el Senado de ese país.

Polémica y directa, la senadora panista Xóchitl Gálvez expresó que es de esperarse que de todo este debate Trump salga “raspado” políticamente para que pierda la reelección, porque ha sido un mandatario dañino para el mundo.

En un sentido parecido, José Narro, senador de Morena, consideró que el presidente de Estados Unidos quedará debilitado, aunque aparezca como ganador de este juicio político, porque va a quedar señalado como una persona que violentó la ley.

Detrás de este proceso hay asuntos muy de fondo que están siendo ventilados en el Congreso norteamericano, pero el debate contribuirá al fortalecimiento de sus instituciones, declaró por su parte el legislador Héctor Vasconcelos.

Martín Batres, expresidente del Senado, pidió respeto para los procesos que ocurran en otros países. Llamó a la no intervención y a no opinar sobre lo que sucede fuera de México y en los órganos soberanos de otras naciones.

Gálvez y Narro coincidieron en que es posible que el Senado de Estados Unidos absolverá al mandatario Trump por el dominio del partido Republicano en ese poder, que desechará los cargos. Mientras tanto, los senadores Batres y Vasconcelos fueron reservados en el tema, un proceso también conocido como impeachment.

Trump está acostumbrado a mentir y a salirse con la suya, dijo la legisladora Gálvez, quien agregó que es poco probable que sea destituido en el Senado estadounidense. Sin embargo, insistió en que espera que salga afectado para que pierda la reelección en su país.

Aunque hay republicanos que no están contentos con Donal Trump, dijo a su vez Narro, en el Senado de su país tiene legisladores que lo van a apoyar para conservar el poder, como si fuera por consigna política.

El tema electoral

Vasconcelos, senador morenista, expuso que la perspectiva electoral en Estados Unidos es incierta. No obstante, el debate que está teniendo lugar, si bien ha dividido a la población de ese país, contribuye al fortalecimiento de sus instituciones.

En la cuestión, Batres se fue por buscar las buenas relaciones con Estados Unidos, al refrendar que “no nos corresponde a nosotros decir quién debe gobernar en nuestro país vecino, cómo se debe gobernar”. Sólo lo podrán definir los propios estadounidenses.

Es como si fuera un juicio electoral y no nada más un juicio político, definió Narro, quien advirtió que los demócratas le quieren ganar en la mesa a Trump y no en los votos, pero afirmó también que sí hay elementos que prueban las irregularidades cometidas por el presidente Trump.

Gálvez refrendó que sólo espera que el mandatario salga afectado políticamente y, en ese sentido, dijo que, ocurra lo que ocurra, inclusive si fuera destituido Trump, la política de Estados Unidos hacia México sería la misma, porque ni demócratas ni republicanos han beneficiado al país.

Narro coincidió en que también algunos demócratas han tratado mal a los migrantes, como fue el caso del expresidente Barack Obama, a quien se le conoció como “el rey de la deportación”, por la alta cantidad de deportados mexicanos.

Para el senador Vasconcelos, todo acontecimiento, en cualquier país, afecta a la comunidad internacional en su conjunto, pero descartó que para México haya una repercusión directa en el corto plazo.

Mientras tanto, el senador Batres se mantuvo en su posición de “respeto para ser respetados“. Sin meterse en los asuntos internos de Estados Unidos, “porque tampoco queremos que se metan en los asuntos internos de México”.

En lo que todos los representantes del Senado mexicano coincidieron fue en la importancia del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), del que comentaron que ya es un acuerdo pactado, trilateral.