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Gobernador busca que estado sea una sola zona ganadera

El encargado del despacho de la SADER, Juan Manuel Aguirre Ortega, explicó que después de una sequía importante que sufrieron los ganaderos, de enero a julio, llegó la temporada de lluvias y se terminó con la movilización del ganado para llevar a abrevar a donde había agua y a alimentarlo donde había pasto o matorrales que les sirven para su desarrollo y cuando los arroyos recibieron el vital líquido, los ganaderos no tuvieron que mover a grandes distancias a su ganado y eso les permite ganar peso.

Explicó que en las tinajas, pozos secos, represas y jagüeyes se captó agua y para este mes todavía cayeron lluvias en diversas partes del estado y eso le sirvió a los ganaderos para alimentar su ganado en sus agostaderos y para ellos “lo mejor está por llegar, ya que viene la cosecha de becerros, porque el productor vende sus becerros al destete en esta temporada, debido a que la vaca al llegar la sequía, tiene más dificultad para darles de comer a sus crías, pero al mismo tiempo se preparan para el siguiente ciclo de reproducción”.

Indicó que con el recurso que obtienen los ganaderos de la venta de sus becerros, realizan una serie de actividades de algunas reparaciones y la aplicación de vacunas, por ello la ganadería se encuentra en estos momentos de una condición buena hacia arriba y a la fecha, los precios no son de mucha competencia, ya que después de estar arriba de los 50 pesos por kilogramo, actualmente se está pagando a poco más de 40 pesos el kilogramo de los becerros.

Al mismo tiempo comentó que los ganaderos venden sus becerros al destete porque traen sus agostaderos muy justos y no les alcanza para alimentar por más tiempo a los becerros en desarrollo, ya que “si tienen 10 o 20 cabezas de ganado, solo habrá alimento durante el ciclo ganadero para esos animales y si quisieran guardar sus becerros para seguirlos manteniendo y buscar mejores precios, no tendrían con qué alimentarlos y perderían peso, lo que también sucedería que el precio al venderlos fuera menor”.

Hizo mención que el ganadero no cuenta con un potrero extra para poner los becerros con el fin de mantenerlos hasta que alcancen los 220 o 240 kilogramos, por lo que los venden por lo mucho de 180 kilogramos, ya que ese es el peso al que los compradores quieren comprar para llevarlos al pesebre y que en corto plazo alcancen un mayor peso y por ende esa es su ganancia.

Aguirre Ortega indicó que se presentó el titular de la SADER un proyecto para despoblar el ganado enfermo en el estado de Nayarit y que tienen a la zona sur del estado como la zona B, por tal motivo se busca que el gobierno federal organice un proyecto para el programa ganadero de crédito a la palabra, para que la gente que tiene cuarentenado su hato ganadero de hasta 10 cabezas, pueda solicitar el apoyo para que los animales que se sacrifiquen puedan reponerlos.

También explicó que los ganaderos podrán obtener crédito a la palabra para recibir 10 hembras, pero también hay otro programa que se busca tenga recursos para apoyar en la SENASICA, a los ganaderos que envíen su ganado enfermo de tuberculosis bovina al rastro “esto podría hacerse en los municipios de Compostela, Bahía de Banderas, Amatlán de Cañas, Ahuacatlán e Ixtlán del Río”.

Con ello se busca que Nayarit tenga una sola zona con Sinaloa y Sonora, con lo que podría recorrerse el cordón sanitario hasta San José de Gracia, “por lo que esperamos se aprovisiones los recursos necesarios para culminar ese proyecto, ese trabajo lo está realizando el gobernador Antonio Echevarría García con el titular de la SADER y esperamos que pronto destine los recursos necesarios el gobierno federal, porque en la zona sur del estado, hay mejor genética en el ganado, que en la zona norte”.

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