La violencia contra la mujer es una de las violaciones a los derechos humanos más extendida en el continente americano, estimó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Los estados de la región deben intensificar sus esfuerzos para prevenir la violencia contra mujeres, niñas y adolescentes, sostuvo la CIDH en un comunicado conjunto con la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres (SE/CIM) y el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (Mesecvi).

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, expresaron que esta agresión se vincula con la discriminación de género profundamente enraizada en las sociedades de la región, además de estar ligada a las normas, prácticas sociales y estereotipos de género que las continúan.

“La mejor manera de contrarrestar la violencia de género es prevenirla, tratando sus orígenes y sus causas estructurales”, sostuvo May Macaulay, relatora sobre los derechos de las mujeres de la CIDH.

El hogar sigue siendo el sitio más peligroso para mujeres y niñas, recordó Alejandra Mora Mora, secretaria ejecutiva de la CIM, seguido de la calle, el trabajo, el transporte público, la escuela.

“Es fundamental incluir a los hombres y a los niños para cuestionar las desigualdades basadas en género y erradicar normas sociales profundamente arraigadas que perpetúan y refuerzan la tolerancia hacia la violencia contra las mujeres y niñas”, agregó la secretaria ejecutiva.

Los presupuestos de los estados destinados a la prevención de la violencia contra las mujeres, estimaron, deben ser permanentes y consolidar abordajes del problema desde un enfoque integral.

“Los Estados invierten menos del 1 por ciento de sus presupuestos totales a programas para combatir la violencia contra las mujeres. Además, existe todavía poco conocimiento sistematizado sobre cómo realizar la prevención y cómo medir el impacto de los esfuerzos en la materia”, señaló Sylvia Mesa, presidenta del Comité de Expertas.

Arosemena de Troitiño, presidenta de la CIDH, aseguró que la atención en las etapas más tempranas de la vida es fundamental para desarrollar valores que solidifiquen la igualdad de género.

“La prevención debe comenzar por una educación para niños y niñas que promueva relaciones de respeto y de igualdad, y la deconstrucción de roles y patrones estereotipados”, apuntó la titular de la CIDH.

“El trabajo con niños, niñas y adolescentes es esencial para lograr un progreso rápido y sostenido en materia de prevención para la erradicación de la violencia contra las mujeres”.

Los Estados deben adoptar las medidas necesarias para cumplir con sus obligaciones internacionales contra la violencia de género, concluyeron la CIDH, la CIM y el Comité de Expertas.