En medio de una jornada particularmente llena de imprevistos, el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al aeropuerto de Tijuana de donde partiría rumbo a San Quintín para visitar el Hospital Rural del lugar.
Durante su recorrido en Sinaloa el mandatario se ha encontrado con una mayor presencia de gente que acudió a su encuentro para exponerle sus problemas y pedir su atención.
La rutina del presidente de detenerse a escuchar el sentir de la gente ha provocado que sus actividades se retrasen hasta cerca de 40 minutos, como en la misma comunidad de El Fuerte, donde todos fueron citados para participar desde la 9:30 horas.
El presidente tuvo que detenerse más de 10 ocasiones, por lo que llegó hasta las 10:20 horas para ofrecer disculpa por su retraso en lo que la gente no dejaba de ovacionarlo.
Luego el presidente estuvo a punto de perder el avión, a pesar de que éste también llevaba un retraso de 25 minutos, por lo que al ser recibido por los medios que lo esperaban, en tono de broma, comentó: “me declaro en huelga de entrevistas”.
Empero, durante su trayecto al avión compartió breves comentarios ante la prensa al explicar que una de las prioridades que esperaba atender en San Quintín es la situación de los migrantes.
Del aeropuerto de Tijuana a San Quintín el trayecto del mandatario sería de cuatro horas por carretera y otras cuatro de regreso a Tijuana, al terminar su encuentro, con lo que terminaría su recorrido este fin de semana por Sinaloa y Baja California.
A partir de la próxima semana el presidente agendaría la visita a los últimos tres Hospitales Rurales del IMSS Solidaridad, con lo que terminaría con el compromiso de visitar las 80 unidades para iniciar con la siguiente etapa de acercar los servicios de salud a toda la población.