Irán condenó el ataque al edificio del consulado iraní en la ciudad iraquí de Basora, y llamó al gobierno de Bagdad a buscar a los responsables para llevarlos ante la justicia. Asimismo, responsabilizó al gobierno iraquí de negligencia en cuestiones de seguridad.

El portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Bahram Qasemi, informó que “el violento ataque y el incendio del edificio del consulado iraní causaron numerosos daños materiales, y por suerte no recibimos información sobre daños a los empleados de esa misión diplomática“.

Las autoridades iraníes ordenaron cerrar el paso fronterizo situado a 30 kilómetros de Basora y por el que circulan a diario cientos de camiones cargados con alimentos y mercancías para el sur de Irak, de acuerdo con información de la cadena televisiva Al Arabiya.

El 5 de septiembre pasado, los manifestantes incendiaron el edificio de la administración de esa ciudad, y desde el 8 de julio, la provincia de Basora es escenario de protestas contra el desempleo y la falta de servicios básicos.

Los manifestantes exigen poner fin a los cortes de suministro de electricidad y de agua, por lo que las protestas se extendieron también a otras provincias del país. El líder religioso iraquí, el gran ayatolá Ali al Sistani, apoyó las exigencias de los manifestantes, informó el servicio internacional de noticias multimedia Sputnik.

El gobierno iraquí instituyó una comisión especial para satisfacer las demandas de los manifestantes, y prometió destinar dos mil millones de dinares (unos 17 millones de dolares) para restaurar sistemas de suministro de agua potable y electricidad.