Al recibir el León de Oro honorífico del Festival de Venecia en reconocimiento a su trayectoria, la actriz británica Julie Andrews destacó el poder que tiene el cine para unir a la gente.
Durante la ceremonia en la Sala Grande del Palacio del Cine, donde recibió una ovación, recomendó a las nuevas generaciones de cineastas ser fieles a sus sueños, pues “las recompensas de este mundo serán incomparables”.
Asimismo, agradeció al público de todo el mundo “que, con su pasión por el cine, hace que todo esto sea posible. Su apoyo continuo mantiene encendida la luz sobre la pantalla”.
La actriz de 83 años dijo que se siente privilegiada de haber dedicado su vida profesional a las artes cinematográficas; “aún me sorprendo, fui una chica afortunada que pudo interpretar papeles bellísimos”.
Julie Andrews alcanzó la fama en 1964 con la cinta Mary Poppins, con la que ganó un Oscar y un año después recibió otra nominación por la Academia por su papel de “María von Trapp” en La Novicia Rebelde.
Entre sus proyectos más recientes destacan su doblaje para películas como Aquaman (2018), Shrek y Gru; además creó la serie Julie’s Greenroom.
A su vez, el presidente del Festival, Alberto Barbera, señaló que este galardón se le otorga a Andrews, “una figura icónica adorada por varias generaciones de cinéfilos”.
“Una carrera extraordinaria con la que ha sabido admirablemente conciliar el éxito popular y sus ambiciones artísticas sin caer jamás en fáciles compromisos”, resaltó.