Detrás del experto en internet “Neo” y del asesino a sueldo “John Wick” se encuentra Keanu Reeves, un actor altruista que llega a sus 55 años como una estrella de Hollywood, que prefiere ser feliz a tener dinero en el banco.
Aunque es un artista con bajo perfil en el mundo del cine, Reeves se encuentra en varios proyectos como la tercera película de John Wick, el videojuego Cyberpunk 2077, además prestó su voz para la película Toy Story 4, y el reciente anuncio de la cuarta entrega de Matrix, en la que regresa con el papel de “Neo”.
Sin embargo, su vida personal ha sido bastante difícil; su padre era alcohólico y abandonó a su familia; su mamá decidió mudarse de su natal Beirut, Líbano, a Canadá, en busca de un mejor futuro.
Posteriormente, vivió la enfermedad de su hermana Kim, quien logró superar la leucemia tras meses de tratamiento; cuando comenzó en la industria del cine conoció a River Phoenix, hermano del actor Joaquin Phoenix en Idaho: el camino de mis sueños (1991).
River, quien se convirtió en uno de sus amigos cercanos, murió por una sobredosis; su hija murió en el vientre de su novia Jennifer Syme a los ocho meses y dos años después ella perdió la vida en un accidente automovilístico y después la leucemia volvió al cuerpo de su hermana.
“Ella es lo más importante para mí. Cuando te enfrentas a una situación como esta con un ser querido, todo se pone en perspectiva”, señaló el actor, quien en ese entonces canceló todos sus proyectos para pasar tiempo con su hermana.
Con las experiencias duras que ha tenido que lidiar, Reeves prefiere vivir de forma sencilla, utiliza el metro, camina por la calle sin seguridad privada, no usa ropa cara, es amable con sus fans y gran parte de su fortuna que ha logrado obtener la destina a causas como investigaciones en la lucha contra la leucemia, así como organizaciones de bienestar animal.
“El dinero no significa nada para mí. Podría vivir los próximos siglos con lo que ya he ganado. Mi idea de la felicidad está relacionada con acostarme en la cama con la persona que amo, compartir una cena con amigos o ir en moto. No tiene nada que ver con un saldo bancario”, confesó.