Halle Berry llegará a su cumpleaños número 53 como una de las celebridades más importantes del mundo del modelaje y una de las actrices mejor pagadas de Hollywood, lo cual logró gracias a una carrera artística basada en el esfuerzo y la superación.
Hija de una enfermera y un médico afroamericano, Berry nació en Cleveland, Ohio, en 1968 y aunque actualmente es toda una estrella en el mundo del entretenimiento, vivió como indigente y pasó hambre antes de alcanzar el éxito.
Su infancia transcurrió en un suburbio de Cleveland, donde vivió con su madre Judith Hawkins, de ascendencia inglesa, y su hermana Heidi; su padre las abandonó cuando ella tenía cuatro años y aunque regresaba por temporadas a su hogar, su presencia siempre fue de violencia y maltrato.
Además, donde vivía, la población era mayoritariamente blanca y sufrió constantes burlas y maltratos por su color de piel.
El mundo del modelaje
Desde muy joven, Halle destacó por su belleza, cualidad que le abrió las puertas del mundo del modelaje, así que decidió mudarse a Chicago y luego a Nueva York en busca de mejores oportunidades.
El inicio de su camino al éxito fue duro, tuvo que pedir ayuda a su madre para sobrevivir en “La Gran Manzana”, pero ella se negó, así que tuvo que vivir en un albergue hasta que consiguió un trabajo como camarera, luego como barista, hasta que incursionó en el modelaje.
Las condiciones precarias en las que vivió cuando tenía 18 años le sirvieron de experiencia para encaminar su vida, pues al poco tiempo ganó en 1986 el título de Miss USA, lo que representó el inicio de su camino al éxito.
Con todo el entusiasmo de superarse, Berry hizo un sinfín de “castings”, entre ellos para un papel de la serie Los ángeles de Charlie, en la que fue elegida pero después rechazada por el productor Aaron Spelling, en 1989.
Posteriormente intentó un nuevo inicio, tocó muchas puertas con poco éxito, recurrió a albergues para sobrevivir hasta que fue abriéndose paso con anuncios publicitarios y el modelaje hasta que logró ser el “rostro oficial” de una casa de maquillaje y papeles secundarios en series de televisión.
Una carrera en ascenso
Su primer papel como protagonista fue en Living dolls, un melodrama en el que interpretó a una modelo insatisfecha y aunque la serie no tuvo tanto éxito, consiguió ganar reconocimiento como actriz. En 1991 participó en Fiebre salvaje, que catapultó su carrera.
Durante la década de los noventa intervino en distintos rodajes como El príncipe de las mujeres (1992), que protagonizó junto a Eddie Murphy; la versión real de Los Picapiedra (1994), de Brian Levant; Bulworth (1998), de Warren Beatty; y X-Men (2000), de Bryan Singer; también actuó en rodajes de diversas series.
De esta manera consiguió ganar los premios Emmy y Globo de Oro a la Mejor Actriz Dramática por la miniserie Introducing Dorothy Dandridge (1999).
Su carrera continuó en ascenso, en 2002 ganó el Óscar como Mejor Actriz por su trabajo en Monster’s ball, con lo que se convirtió en la primera mujer afrodescendiente en obtener ese galardón.
Su fama se incrementó en todo el mundo, pues desde entonces fue contactada para papeles en películas de la saga de James Bond y Batman.
Vida personal
Cuando Berry comenzaba a disfrutar del éxito, en su vida personal las cosas no se encontraban bien; terminó una relación de maltrato en la que recibía constantes palizas de su novio, que incluso le provocó pérdida de la audición en uno de sus oídos.
En enero de 1993 se casó con David Justice, un jugador de beisbol de los Bravos de Atlanta, con quien la felicidad duró poco. Él también la maltrataba física y psicológicamente, así que la relación terminó en 1997.
Posteriormente se casó con el cantante de rhythm & blues Eric Benet, con quien tuvo una hija unos meses después y en 2001 formalizaron su relación; el matrimonio duró solo cuatro años.
Actualmente está casada con Olivier Martínez, con quien se unió en 2013; tiene dos hijos, además compagina su carrera con causas sociales, y participa en conferencias a favor de los derechos de la mujer, la desnutrición, entre otras.
