Un segundo caso de ébola fue detectado en la ciudad de Goma, donde viven unos dos millones de personas, lo que generó preocupación por el posible aumento de un nuevo brote en la República Democrática del Congo (RDC), país africano donde han muerto más de mil 800 personas en un año.

Esta segunda víctima murió en la noche del martes al miércoles y era un minero que llegó a la ciudad desde Mongwalu, situada en la provincia de Ituri, y tiene 10 hijos, informó Giscard Kusema, miembro del equipo de prensa de la Presidencia congoleña, informó la agencia privada de noticias española europa press.

Sin embargo, agregó que “la población no está en peligro” y que “la situación está bajo control“. “Todos los contactos han sido ya identificados“, según el portal local de noticias Actualité.

El deceso también fue confirmado por el profesor Jean-Jacques Muyembe, el secretario que coordina desde hace una semana la respuesta contra este brote que ha dejado ya mi 811 muertes de dos mil 687 casos en Ituri y Kivu del Norte, según datos del gobierno congoleño y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Muyembe añadió que este segundo enfermo llegó “de la región (Ituri) donde hay minas y bosque. Se contagió sin lugar a dudas allí y luego volvió a su casa, en la zona de sanidad de Nyiragongo”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el ébola una “emergencia de salud pública de alcance internacional” tras el descubrimiento de un primer caso a mediados de julio en Goma, un pastor evangelista que llegó en autobús a la urbe y murió el pasado 16 de julio mientras era trasladado a un centro de tratamiento de la localidad de Butembo.

Los profesionales sanitarios del Congo enfrentan batallas políticas, cuestiones farmacéuticas y una crisis de salud pública que empeora cada vez más.