Se dice que sus integrantes fueron niños explotados laboralmente, pero nadie lo confirmó, lo único que puedo decir es que les fascinaba ser Parchís, resaltó el crítico musical Antonio Carrizosa.
“A veces se busca encontrar la parte negativa de algo, y cuando el grupo llegó a México, los periodistas tratamos de hallarla y no, realmente los niños gozaban al estar cantando. Les divertía mucho que sus fans les pidieran autógrafos y fotos. Antes de salir al escenario, brincaban de la emoción”, comentó el crítico musical.
El grupo venezolano Unicornio llegó a México apenas iniciando la década de los ochenta, al igual que Parchís.
“Pero los chavos que cantaban se sentían la octava maravilla, lo mismo que Los Chamos. Sin embargo, Parchís fue diferente, siempre tuvieron un gesto de amabilidad con sus seguidores y con la prensa. Eran niños muy educados”, subrayó el periodista que para entonces laboraba en la revista Notitas Musicales y más tarde en Tele-Guía.
En aquel tiempo, platicó a Notimex, se decía que no les pagaban las regalías por la venta de sus discos o por sus presentaciones, pero no se pudo comprobar sino tiempo después que ellos mismos lo declararon.
“La llegada de Parchís a México tuvo como precedente su éxito en España y aquí nos atrajo que se llamara como un juego de mesa al que también se le conocía como Parkasé. El primer disco que presentó fue una selección de material de tres o cuatro álbumes que ya había grabado en su país, así que entró con el pie derecho”.
A los periodistas de la época se les hizo raro que la disquera Mussart quisiera apostar por un grupo infantil, pues en fecha reciente sus ejecutivos les habían dicho que el mercado mexicano no estaba hecho para eso.
“Decían que no funcionaría, porque el niño no compra el disco sino el padre y éste prefiere adquirir sus propios gustos. Se nos hacía raro, pero siempre pensé que valía la pena porque no existían artistas para el público infantil que estaba urgido de tenerlos”, apuntó el periodista que suma más de 40 años de trayectoria en los medios de comunicación.
Destacó que Tino era el mayor de todos y, por consiguiente, el líder. “Yolanda fue la niña más hermosa que se había visto y aunque Gemma era muy bonita, era retraída. Yolanda llamaba mucho la atención por su simpatía. Ella y Tino siempre hablaban en las entrevistas.
“Los cinco fueron perfectamente preparados a fin de que supieran responder a los cuestionamientos de la prensa, prácticamente ya tenían las respuestas preparadas hasta que les empecé a lanzar otras preguntas que ni se esperaban”.
Aunque en México Parchís abrió mercado para otros exponentes españoles de la música como el grupo Regaliz o Enrique y Ana, ninguno trascendió como él.
“Los discos de Navidad que grabaron fueron escuchados por todos los niños y era obligatorio ponerlos en cada Navidad para que realmente lo fuera. A mis hijos les encantaban hasta en días que ya no era época navideña”.
Su representante en México era Jorge Berlanga, quien fue esposo de la cantante y actriz Rocío Banquells. De acuerdo con Carrizosa, trascendió que éste les había robado.
“Se decía que los niños y sus padres no estaban de acuerdo con las regalías que les daban. Entonces, fui a Mussart para platicar con los ejecutivos, pues se comentó que hasta cambiarían de disquera. Son temas que al final nunca se aclararon”, puntualizó.