El presidente Andrés Manuel López Obrador destacó ayer la lucha contra la corrupción y las medidas de austeridad como parte de sus principales logros en siete meses de gobierno, al presentar su informe de actividades en el Zócalo de la Ciudad de México.
“Comienzo por informarles que ya no se tolera ni se permite la corrupción desde la Presidencia de la República, están prohibidos el nepotismo, el amiguismo, el influyentismo y cualquien otra práctica propia del antiguo régimen“, dijo el mandatario al cumplir un año de su elección a la Presidencia de la República.
Desde el templete instalado en la Plaza de la Constitución, resaltó el combate al robo de combustibles, que se redujo en 94 por ciento y permitió el ahorro de 50 mil millones de pesos, así como la resolución al problema del abasto de gasolinas, “y como ya dijimos, prácticamente se acabó con el famoso huachicol“.
Subrayó que “la corrupción y el fraude electoral fueron reclasificados como delitos graves“, así como medidas como la cancelación de la condonación de impuestos “a potentados e influyentes”.
En materia de austeridad, puntualizó la desaparición del Estado Mayor Presidencial, muchos de cuyos ocho mil elementos pasaron a la Guardia Nacional, y reiteró que “al Presidente lo cuida la gente“.
Apuntó que en la Cámara de Diputados se aprobó la Ley de Austeridad Republicana, con la cual se aplicará el criterio de que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre, e instó a los funcionarios públicos a ser “siervos de la nación” y a “acostumbrarse a vivir con la justa medianía. El gobierno no es para hacerse rico, es para servir al pueblo“.