En punto de las 13  horas con 23 minutos de ayer jueves, ingresó a la finca marcada con el número 75 de la calle Cultura Popular,  en la colonia Los Lirios,  el féretro que guarda los restos del joven bombero Carlos Daniel Alvarado, mejor conocido como “el Chaneke”, quien la noche del pasado miércoles perdió la vida después de recibir una fuerte descarga eléctrica en la colonia Lindavista.

Por espacio de dos horas bajo la sombra de una carpa, amigos, vecinos y familiares  esperaron  pacientes la llegada del cuerpo del joven  Carlos Daniel,  de quien se dijo era un joven alegre, amiguero y siempre respetuoso con sus vecinos y compañeros.

Mientras sus compañeros bomberos bajan el féretro del camión cisterna, entre los presentes aparecieron  lágrimas y gritos de dolor que provoca la muerte repentina y trágica de un ser querido.

Los hombres y mujeres más fuertes que se encontraban en el lugar,  consolaban a mujer de edad avanzada,  quien entre lagrimas  y  una voz entrecortada se preguntaba por qué habían mandado a su hijo a ese operativo.

Paramédicos de la Cruz Roja brindaban atención medica al mujer que con dificultad respiraba,  mientras los restos de su hijo eran acomodados en la sala de la vivienda.

Jóvenes mujeres que vestían las camisetas con logotipos de Protección Civil municipal, lloraban en silencio la pérdida irreparable  de un amigo y compañero de oficio.

Afuera de la vivienda, agentes de la Policía Vial Tepic esperaban la orden de sus superiores para retirarse del lugar.

La tristeza entre los presentes era evidente, pues un amigo, un hijo, un bombero había partido para siempre dejando un gran vacío existencial entre los hombres y mujeres que alguna convivieron con el joven Carlos Daniel, “El Chaneke”. DEP