A 40 se eleva el número de muertos por dengue grave (antes llamado hemorrágico) durante el año en Honduras, mientras que otros 32 decesos se encuentran pendientes de confirmar en laboratorio, con lo que se convirtió en el país más afectado por la enfermedad en Centroamérica.

El Ministerio de Salud de Honduras precisó que más de la mitad de las 40 personas que han muerto por el virus del dengue grave -transmitido por el mosquito Aedes aegypti- se trataría de menores de edad.

Explicó que el número de decesos por dengue grave en el país podría llegar a los 72, de confirmarse 32 casos que son investigados en los laboratorios de la dependencia. En 2018, solo murieron cuatro personas debido a este mal.

Los decesos se han reportado en los departamentos de Cortés (27), Yoro (cinco), Santa Bárbara (dos), Atlántida (dos), Choluteca (uno), Distrito Central (uno), La Paz (uno) y Olancho (uno).

La dependencia destacó que el año se han reportado más de 12 mil casos de la enfermedad.

El infectólogo Tito Alvarado, citado por el diario local El Heraldo, señaló que Honduras es el país que más ha sufrido el embate de la enfermedad, pese a que no ha entrado de lleno la época de lluvias, y se presenta una situación similar a la epidemia de 2010.

Consideró que la emergencia por dengue se declaró muy tarde, el 14 de junio pasado, cuando ya se habían registrado 14 muertos y 10 mil 390 casos, y solo se decretó en 12 regiones y no en todo el país.

La representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en Honduras, Piedad Huerta, indicó que el país es el más afectado en Centroamérica por muertes y casos de dengue grave.

“Aunque hay dengue en toda América, la proporción de casos de dengue grave es infinitamente más alta en Honduras“, indicó Huerta.

La especialista llamó a la población hondureña a tomar conciencia y poner en práctica las medidas de prevención.

Explicó que aunque era previsible que habría una temporada de dengue muy agresiva, con muchos casos en el continente americano, no se esperaba un número tan elevado en este país.

La funcionaria de la OPS consideró que está fallando el trabajo con la comunidad, la cual no percibe el riesgo y por lo tanto no lleva a cabo la tarea de eliminación de criaderos de moscos.

Además de que hay zonas peligrosas en las que el personal de salud y de las municipalidades no pueden ingresar a fumigar en el horario ideal, por lo que llamó a los habitantes de esos lugares a que permitan el ingreso de las autoridades.

Huerta explicó que es importante que las personas tomen conciencia sobre los riesgos de le enfermedad y ante cualquier síntoma, en especial en niños y ancianos, acudir a los centros de salud para una atención adecuada.