El Senado de Estados Unidos, de mayoría republicana, votó hoy a favor de bloquear la venta de armas a Arabia Saudita y otros aliados de la región, una decisión que el presidente Donald Trump ha adelantado que vetará.
La resolución, que aún requiere el visto bueno de la Cámara de Representantes, fue aprobada con 53 votos a favor y 45 en contra, sin embargo, no alcanzó los 67 sufragios requeridos para anular el veto presidencial.
La Casa Blanca manifestó que suspender la venta de armas “enviaría un mensaje de que Estados Unidos está abandonando a sus socios y aliados en el preciso momento en que aumentan las amenazas para ellos“, reportó la cadena CBS.
La iniciativa, patrocinada por el senador Bob Menéndez, el demócrata de mayor rango en el Comité de Relaciones Exteriores, se opone a la venta de armas por ocho mil millones de dólares a Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Jordania.
“Rechazar estas ventas en este momento y en estas circunstancias es recompensar la reciente agresión iraní y alentar una mayor escalada iraní“, sostuvo el senador republicano por Idaho, Jim Risch, quien preside el Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta.
La venta de armas, que incluye municiones, armas y mantenimiento de naves de combate, fue autorizada luego que en mayo pasado el secretario de Estado, Mike Pompeo, declaró una emergencia citando amenazas de Irán.
Sin embargo, legisladores tanto demócratas como republicanos han cuestionado la decisión de reforzar a las fuerzas armadas de Arabia Saudita, debido a la muerte de civiles en ataques de ese país contra Yemen, así como por la presunta implicación del príncipe heredero saudita en la muerte del periodista Jamal Khashoggi.
La aprobación del bloqueo a la venta de armas se produce además en un creciente clima de tensiones en Medio Oriente, luego que fuerzas iraníes derribaron alrededor de la medianoche del miércoles un dron estadunidense, cerca del estrecho de Hormuz, donde dos petroleros fueron atacados la semana pasada.
Asimismo, la votación en el Senado estadunidense coincidió con la decisión del Tribunal de Apelaciones de Londres, que declaró ilegal la venta de armas de Reino Unido a Arabia Saudita, al argumentar que contribuyeron a la muerte de civiles durante los ataques indiscriminados de las fuerzas sauditas a Yemen.