La tarde de ayer jueves, en la sala de conferencias y usos múltiples de la sección 49 del SNTE, se llevó a cabo la clausura de fin de cursos de la escuela secundaria Luis Batista Ortega, Generación 2016-2019 maestro Antonio Pérez Peña.
Al evento acudieron los padres y tutores de los alumnos de tercer año sección A y B, además de autoridades educativas de la entidad, lo mismo que amigos y familiares de los egresados.
Al hacer uso de la palabra, Antonio Pérez Peña, padrino de la Generación 2016-2019 de la escuela Luis Batista Ortega, recordó que cuando la escuela llevaba por nombre Justo Sierra, de ella egresaron hombres y mujeres que a través de los años sirvieron a la sociedad nayarita desde diversos cargos públicos y de elección popular, entre ellos Salvador Sánchez Vázquez, Celso Humberto Delgado Ramírez y Ramón Navarro Quintero.
Antonio Pérez Peña reveló que fue gracias al profesor Luis Batista Ortega, que él se dedicó de tiempo completo a ejercer en las aulas la noble profesión de maestro: “Yo inicié a trabajar en el nivel de secundaria por primera vez en el año de 1973 en el turno de la tarde que le decían de la escuela Justo Sierra que se convirtió ahora en la escuela Luis Batista Ortega, don Luis Batista Ortega, un día me vio y me dijo:
– ¿No te fuiste a trabajar?
– No, no fui a trabajar, respondí.
– ¿Y qué estas estudiando?, me dijo.
– En la Normal Superior en Historia y Civismo.
– ¿En qué año vas?
– En tercer año, respondí.
– Ve a verme ahí en la dirección de la escuela para darte unas clases, me dijo.
“Así se decía antes, dar unas clases, y entonces me otorgó ese compromiso de que fuera a compartir historia contemporánea en tercer grado en la escuela Justo Sierra en la tarde, que ahora la escuela es Luis Batista, lleva su nombre, él, don Luis Batista, fue el culpable de que yo iniciara formalmente a dar clases, porque estaba enfocado en otras actividades complementarias y ahí definí yo, a partir de ese momento, que nunca más me saldría, que seguiría y así fue durante todo el tiempo”.
En este mismo contexto, el profesor Antonio Pérez Peña, reveló que de los cargos que a lo largo de su vida logró conquistar fue el de diputado local, diputado federal, pero el más importante para él fue cuando el exgobernador del estado de Nayarit, Celso Humberto Delgado Ramírez, lo nombró Secretario de Educación: “cuando me nombraron Secretario de Educación para mí fue una identidad plena con la convicción, con la vocación que habíamos culminado, a lo mejor inmerecidamente, porque había muchos maestros seguramente con más méritos que yo, pero que las circunstancias políticas me hicieron que fuera yo llamado a ello”.
Finalmente, Antonio Pérez Peña agradeció a los egresados de la escuela secundaria Luis Batista Ortega, que lo hayan elegido a él como padrino de la generación 2016-2019: “el hecho de que haya tomado modestamente una persona que hace años se jubiló, que está dedicado a la lectura, que estamos trabajando en algunas cosas durante horas y horas, como dijo Jorge: metidos en las bibliotecas y que ahí estamos siempre recordando… y sobre todo para mí; que no olviden que estuvieron en una escuela secundaria de nombre Luis Batista Ortega y que es él quien realmente en este momento dedicamos su homenaje, porque Luis Batista Ortega fue un extraordinario maestro, un maestro de la juventud también, nosotros lo imitamos, porque él fue quien logró hacer posible, que muchos jóvenes de su época, que él condujo, triunfaran en la vida; como Salvador Sánchez Vázquez, como Ramón Navarro Quintero, como Celso H. Delgado, que lo impulsó a ser orador porque le gustaba a él la oratoria y fomentaba la oratoria y quería que los jóvenes no quedaran en la mediocridad y mucho menos, lo que él quería era que los sino que se significaran, que transcendieran, que era lo más importante. Hoy dedicamos en todo caso este homenaje a él y en su representación aquí estamos el día de hoy, muchas gracias”.
Acto seguido, los egresados recibieron de manos de las autoridades educativas sus respectivos reconocimientos.
Posteriormente y mientras se escuchan las notas de tradicional canción de Las Golondrinas, los egresados se despidieron con un fuerte abrazo de sus maestros y compañeros de generación, en algunos rostros las lágrimas no se pudieron ocultar, pues afloró la emoción que marca una despedida.