El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, sostuvo que el tema migratorio está vinculado íntimamente a la seguridad nacional, por lo que nadie se debe sorprender de la presencia de la Guardia Nacional en la frontera sur, donde aumentó de cuatro mil 500 a seis mil el número de elementos.

“Se anticipó el despliegue (…) agregamos algunas regiones, pero ya teníamos calificadas como prioritarias la mayor parte de ellas. Aumentamos de cuatro mil a seis mil elementos, porque ampliamos la zona de cobertura hasta llegar al Istmo de Tehuantepec”, refirió en entrevista.

Luego del acuerdo alcanzado entre México y Estados Unidos para reforzar la vigilancia en la frontera sur, indicó que se solicitó el apoyo de elementos de la Marina, del Ejército y de la Policía Federal, para no afectar otras zonas calificadas como prioritarias.

De manera que “lo que hicimos fue tomar elementos de otras áreas, de todas las corporaciones que están participando en la Guardia Nacional para mandarlas a esas y cumplir en el sureste, sin afectar otras regiones también consideradas como prioritarias”.

Durazo Montaño destacó que es imprescindible ordenar el flujo migratorio, dado que la mayoría de las personas centroamericanas son “enganchadas” por alguna organización criminal que recibe un pago para su traslado.

Recordó que en ese caso están la mayoría y “por sólo ese hecho el tema migratorio está vinculado íntimamente a la seguridad, por eso nadie se debe sorprender que la Guardia Nacional esté por allá (en la frontera sur)”.

A pregunta expresa, detalló que, mediante una modificación legal, se obligará a las empresas de transportes a solicitar identificación oficial a aquellas personas que se trasladen a la frontera norte, como lo anunció el jefe del Ejecutivo Federal.

“Tenemos que meter orden, tenemos que saber quién entra y quién sale del país y, sobre todo, tenemos que ir haciendo una base de datos suficientemente amplia como para generarnos con el tiempo información para generar inteligencia y poder actuar contra esas bandas de traficantes”, expuso.

“Para nosotros el problema de la inseguridad es en el corto plazo. El corto plazo que no nos permite reclutar elementos y mandarlos de la calle a cumplir una responsabilidad de seguridad, tienen que pasar por una preparación y esa preparación lleva tiempo”, observó en Palacio Nacional, de donde se retiró en silla de ruedas tras la operación de rodilla que se le practicó hace algunas semanas.

Más adelante, Durazo comentó que se reforzarán todas las unidades antisecuestro para frenar ese flagelo y habrá un férreo control de las llamadas que se realizan desde los penales. “Estamos trabajando en todas estas vertientes para mejorar los resultados en el combate del secuestro”.

“Vamos a frenar la ola de secuestros. Estamos fortaleciendo las unidades antisecuestros que operan en los estados. Es imprescindible dotarlas de una capacidad técnica mayor de investigación y esto no solo a la estatales, sino también a nivel federal es imprescindible tener mayor capacidad de huellas dactilares, de bases de reconocimiento de voz, porque usualmente son los mismos”, sostuvo.

La primera generación de la Guardia Nacional estará lista para fin de este mes, esto es el 30 de junio; la segunda a mediados de septiembre y la tercera a fines de diciembre, así es que a finales de año habrá 82 mil elementos de la corporación debidamente capacitados para brindar tareas de seguridad.

A ellos, dijo, se integrarán durante el próximo año 21 mil elementos más; en el 2021 otra cantidad similar hasta contar en 2023 con un total de 150 mil elementos.

“En ese momento podremos decir que tenemos un cuerpo de seguridad con la capacidad en términos de dimensión y profesionalismo suficiente para entregar un país en paz”, puntualizó Durazo.