Con la convicción de combatir el trabajo infantil, porque es reprobable e ilícito, la coordinadora de la fracción del PRD en la Cámara de Diputados, Verónica Juárez Piña, llamó a los poderes Legislativo y Ejecutivo a actuar de manera más enérgica ante esa práctica.
En ocasión del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, que se conmemora hoy, la legisladora afirmó que se trata de un abuso que daña y violenta a niñas, niños y adolescentes, y “hay quienes son explotados desde los cinco años” de edad, muchos de ellos principalmente en actividades agrícolas, ganaderas, de caza, mineras, pesca, construcción e industria.
Juárez Piña exhortó a las y los legisladores a establecer medidas más estrictas, y al gobierno federal le pidió aplicar la regulación correspondiente para proteger de manera efectiva los derechos de la infancia y la adolescencia en México.
Recordó que cifras de la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe (Cepal) revelan que México es el segundo país con mayor prevalencia de trabajo infantil, con dos millones 217 mil 648 niños, niñas y adolescentes que laboran, es decir 7.5 por ciento de este sector de la población.
Asimismo, según cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la mitad de los niños que trabajan lo hacen para pagar sus estudios o ayudar y aportar dinero a su hogar, a causa de la disminución de ingresos en la economía familiar y la pérdida de empleos, principalmente.
Del total de infantes y adolescentes mexicanos que trabajan, 14 por ciento tiene apenas entre cinco y 11 años de edad; y 21.8 por ciento son adolescentes de 12 a 14 años. La mayor proporción está en adolescentes de 15 a 17 años, que representan 64.2 por ciento.
La diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) recalcó que no importa cuáles sean las razones por las cuales se da este fenómeno, pues “lo real y cierto” es que el trabajo infantil constituye una violación a los derechos de niños, niñas y adolescentes, “deriva en negativas consecuencias físicas, psicológicas, educativas y económicas” que obstaculizan su pleno desarrollo.
Por ello, reiteró su exigencia al gobierno federal y al Congreso de la Unión para que cada cual haga lo que corresponda, a fin de combatir de manera más estricta y enérgica el trabajo infantil y proteger así el pleno desarrollo de las niñas, niños y adolescentes de México.