A un mes del fallecimiento de Silver King, luchadores encabezados por el Hijo del Santo se reunieron para recordarlo con una misa-homenaje en la Ciudad de México, donde el enmascarado se dijo tranquilo porque hicieron todo lo posible para salvar su vida.
Fue el pasado 11 de mayo en Londres, Inglaterra, donde ocurrió el lamentable deceso de César Cuauhtémoc González Barrón, quien sufrió un paro cardiaco mientras luchaba con Juventud Guerrera.
“Se hablan muchas cosas, a veces la gente juzga sin saber qué pasó, yo estoy muy tranquilo, a quienes debía darle una explicación era a sus hijos; su hermano, agradecido con ellos porque saben que hicimos lo posible para ayudarlo; creo que todos los que estuvimos con él estamos en paz y tranquilos; sabemos lo que se hizo para salvar su vida”, afirmó.
Al término de la ceremonia religiosa en la Colonia Condesa y a la que acudieron también El Fantasma y Rossy Moreno, entre otros, además de César Gabriel, el más pequeño de los hijos de Silver King, el hijo del “Enmascarado de Plata” recordó que fue un momento complicado para todos los que estuvieron en Londres.
“Fue un momento difícil para todos nosotros, todos subimos con ese riesgo a un ring y creo que el 99 por ciento nos encomendamos a Dios antes de subir, ese día no fue la excepción, lo curioso de esa noche es que rezamos juntos los que veníamos de México y estábamos contentos porque la gente había estado contenta”, expresó.
Tras aseverar que el también conocido como Black Tiger o Ramsés “se fue como un grande y en lo que le gustaba hacer, en un ring y afortunadamente muy rápido, sin sufrir”, pidió recordarlo como un gran rival y también ser humano, además de un buen compañero.
Tras el lamentable hecho, rememoró que luego de que les confirmaron el fallecimiento de Silver King se quedaron acompañándolo en el ring por más de dos horas en lo que iban por el cuerpo.
“Al final estábamos platicando cosas más divertidas, como de que algunas veces era latoso, cosas más bonitas para irnos con esa imagen, no de tristeza, sino para despedirlo de la mejor manera” y que todos apoyaron en busca de salvarlo, “todos estamos muy en paz”.
Finalmente, dijo que se quedó con muchos recuerdos de Silver King, uno de ellos cuando lo despojó de la máscara en 1987 en Tijuana, además de que ambos, como hijos de luchadores, platicaban de sus papás; pero destacó sobre otras cosas la enseñanza final.
“Creo que se convirtió en un maestro y me dio otra lección, que es disfrutar el momento, el ahora porque mañana no sabemos, esa enseñanza me dejó, me di cuenta que la vida se va en un momento”, concluyó.