El pasado y el presente de Tiger Woods se conjugaron en la conferencia de prensa de esta tarde rumbo a su participación en el US Open, a donde llega sin su usual etiqueta de favorito, pero tampoco se le puede descartar del todo.

Muchos recuerdos revolotearon por la mente del ex número uno del golf mundial durante una conferencia de prensa afable, en la que recordó aquellos sus nueve o 10 años, cuando, acompañado de su padre, asistió a una práctica en el Pebble Beach Golf Links, donde amos más tarde se coronaría, en el US Open del 2000.

Aquellos eran días en que pagó 100 dólares para poder jugar, nada que ver con los 550 que se tienen que desembolsar ahora.

“Fue un campo de golf largo, suave y húmedo. Pero fue genial ver lo que vemos en febrero todos los años: ver jugar a los profesionales. Es siempre una emoción muy bonita como aficionado”, declaró el “Tiger”.

Woods se coronó en la edición del año 2000 del US Open en Pebble Beach, con 15 golpes bajo par, hazaña que es recordada no solo por él, sino por la familia del golf mundial.

“Sí, es una locura. Han pasado 19 años. Todavía recuerdo la mayoría de los tiros que hice esa semana. Fue solo una de esas semanas en las que no sé cómo lo logré”, recordó.

Pero el presente es el US Open 2019, donde el domingo y el lunes practicó nueve hoyos, hoy martes estuvo enteramente en la práctica de emboque y este miércoles hará otro recorrido, para estar listo el jueves, durante la primera ronda.

“Siento que estoy tomando la línea en la dirección correcta”, comentó ante la posibilidad de ganar el domingo y convertirse en el primer profesional con 82 victorias.