Las instancias que autorizan los proyectos de construcción, remodelación y la apertura de espacios destinados a prestar servicios al público asegurarán que cuenten con rampas de acceso para las personas en sillas de ruedas, escalones universales fijos y móviles para las personas de talla pequeña y guías o surcos lineales para las personas con discapacidad visual, establece la reforma al artículo 35 de la Ley de Protección e Inclusión de las Personas con Discapacidad aprobada por la Trigésima Segunda Legislatura.
Tal iniciativa de reforma fue presentada por la diputada Ana Yusara Ramírez Salazar, quien argumentó que con esta nueva disposición Nayarit es la segunda entidad que cuenta con el concepto del escalón universal (Colima fue primero): “nuestro propósito es de tener una herramienta útil para disminuir la brecha de la desigualdad que todavía separa a quienes viven con este tipo de enanismo y encuentran en las barreras arquitectónicas en una ciudad que no fue diseñada tomando en cuenta sus necesidades”.
“El objetivo es establecer una serie de medidas específicas y añadir la presencia de escalones universales, fijos y móviles, que permitan a las personas de talla baja, acceder y permanecer en los lugares como oficinas públicas, restaurantes, cines, supermercados, por mencionar algunos ejemplos”, argumentó la legisladora.
En el dictamen aprobado se señala que el diseño universal prevé siete principios, que son el uso equitativo, uso flexible, uso simple e intuitivo, información perceptible, tolerancia al error, mínimo esfuerzo físico, tamaño de aproximación y uso.
“Reconocer y proteger los derechos humanos de las personas con discapacidad, en materia de accesibilidad permitirá que cualquier construcción se ejecute pensando en que todas las personas puedan hacer uso de ellas en igualdad de condiciones y oportunidades”, remarcó Ramírez Salazar.