El presidente Andrés Manuel López Obrador garantizó que el presupuesto alcanzará para apoyar a los más necesitados del país, pues si acaba con la corrupción y los privilegios, no habrá necesidad de gasolinazos, de nuevos impuestos o de endeudar al país, “aunque no le guste a los conservadores ni a los fifís”.
Durante la entrega de Programas Integrales de Bienestar en Puerto Vallarta, Jalisco, el Ejecutivo federal destacó que 80 por ciento de las personas adultas mayores del país, de un total de ocho millones, ya reciben el apoyo económico que otorga el gobierno federal.
Destacó que en Puerto Vallarta se aplica el Programa de Mejoramiento Urbano con 600 millones de pesos para mejorar la infraestructura para mejorar los servicios de las colonias, así como la inversión de seis mil millones de pesos para el sistema de créditos a la palabra, pues el objetivo es “impulsar la economía desde abajo”.
Tras ser abucheado el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramirez, el presidente hizo un paréntesis en su intervención para pedir respeto y señaló que “ya chole con los gritos y la falta de respeto a las autoridades; ¿saben que es eso? con todo respeto, es politiquería, es lo que se llamaba en el viejo régimen, lo que ya no debe existir, es la llamada grilla”.
Pidió a los asistentes levantar la mira, “la patria es primero, para qué nos vamos a estar peleando, tenemos que unirnos” para transformar a Vallarta, Jalisco y México.
Acompañado por los titulares de las secretarías de Bienestar, Maria Luisa Albores, y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Román Guillermo Meyer, anunció que se apoyarán en esa entidad diversos proyectos de infraestructura.
Reafirmó sus compromisos en favor de quienes menos tienen y destacó la importancia de que se tenga en cuenta que esta nueva transformación se llevará a cabo sin violencia, de manera pacífica.
“Lo vamos a lograr porque estamos enfrentando el problema principal de la corrupción; se va acabar, ya comenzó la limpia de arriba para abajo”, esa es la fórmula, eso es lo que permitirá el renacimiento de México.
Ante cientos de asistentes que lo recibieron con mariachi y al grito de “es un honor estar con Obrador”, “Presidente, presidente”, López Obrador señaló que si se acaba con la corrupción en el gobierno no es necesario aumentar el precio de la gasolina ni endeudar al país.
Eso, enfatizó, será ejemplo a nivel mundial aunque no le guste a los conservadores ni a los fifis.
Dijo que no es fácil echar a andar el gobierno, “eso cuesta y lleva algún tiempo; es como un elefante reumático mañoso y hay que estarlo empujando, ya saben cómo soy terco”, es más fácil acabar con la corrupción.
Antes, el titular de la Sedatu mencionó que en los últimos años, Puerto Vallarta se ha consolidado como uno de los principales destinos turísticos del país, no sólo por sus bellezas naturales, sino por ser una ciudad hospitalaria y progresista.
Destacó que el crecimiento urbano de Vallarta ha sido uno de los más importantes en los últimos años y uno de los más grandes a nivel nacional.
Sin embargo, subrayó, los accesos a las playas fueron privatizados, los servicios, las avenidas y la seguridad se quedaron sólo para los grandes desarrollos turísticos y para los fraccionamientos de lujo.
De manera paralela, añadió, fueron creciendo colonias al oriente de la ciudad, como Las Mojoneras, Magisterio, Lomas de San Nicolás, Vistas del Mar, Joyas del Pedregal y Campestre de las Cañadas, en donde apenas una de cada cuatro viviendas tiene acceso a agua y menos de la mitad cuentan con drenaje.
Estos contrastes frenaron el desarrollo de miles de familias de Puerto Vallarta y expuso que de acuerdo con el Coneval, más de 80 mil personas del municipio viven en pobreza y prácticamente una de cada dos familias viven con alguna carencia social, entre las que se destacan la falta de servicios básicos y la mala calidad de sus viviendas.
Es por eso que, como gobierno, “tenemos la obligación de hacer ciudades más humanas y más equitativas, pero también ciudades que respondan a las necesidades de sus habitantes y a los riesgos que ellos se enfrentan día a día”.
Al darle la bienvenida, el gobernador Enrique Alfaro fue interrumpido varias ocasiones con chiflidos y gritos de “fuera, fuera”, al grado que cuando decía “aquí, en Vallarta, se ha dicho que el proyecto que usted presentó hace algún tiempo…” interrumpió su intervención para decir “si no quieren oír”.
“Como usted puede ver, todavía puede haber quienes piensen que las campañas no han terminado, nosotros tenemos muy claro que usted es el presidente de México y lo vamos a apoyar con todo. Cuente con nosotros aquí, en Jalisco, para la lucha que está dando”, remarcó.
“Queremos sumarnos al esfuerzo que usted está realizando en todo el territorio nacional, por traer justicia, por lograr que los municipios turísticos que históricamente han crecido con una profunda injusticia, puedan tener una perspectiva de desarrollo”, puntualizó.