A un año de que el sistema financiero mexicano fue víctima de los ciberdelincuentes, éste se encuentra mejor preparado para enfrentar estas situaciones, afirmó Francisco García, director de seguridad de IBM México.
El especialista señaló que los ataques cibernéticos que se registraron al Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) el año pasado fue un llamado de alerta para la industria financiera.
“A partir de eso, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores empezó a disparar una serie de acciones y normatividades que ahora los bancos tienen que cubrir, que de alguna u otra manera los están llevando a estar mejor preparados ante estas situaciones”, dijo en entrevista con Notimex.
En su opinión, la industria financiera ha dado pasos muy importantes en el último año en la materia, mientras que en el resto de las industrias no es el caso, sin embargo, “es necesario que se empiecen a preparar para enfrentar este tipo de situaciones”.
El caso de SPEI demostró que cualquier empresa puede ser víctima de un ataque cibernético, bajo ese contexto “lo que ha venido sucediendo a partir de esta situación es que hoy la industria financiera está trabajando mucho más alrededor de los temas relacionados a cómo reaccionar cuando tenga un incidente”.
Conforme la industria financiera se prepare mejor, ponga mejores mecanismos de control y defina planes de respuestas a incidentes, se volverá más difícil de atacar, y por lo tanto, los cibercriminales empiezan a buscar otros posibles blancos.
Al tener las empresas financieras más candados, los atacantes buscan otros sectores y de ahí que la industria del transporte se ha convertido en la segunda con mayores ataques cibernéticos.
En primera instancia, los cibercriminales están enfocados al robo de dinero, a realizar transferencias ilegales de una cuenta a otra, y en segunda, empiezan a buscar datos, y en particular los personales.
El director de seguridad de IBM México consideró que hay avances en materia de ciberseguridad en el país, ya que las posiciones que están tomando las entidades regulatorias en México son más estrictas de lo que eran en el pasado.
Además, los usuarios de la banca se han vuelto más conscientes de los riesgos que tiene utilizar medios digitales para cualquier mecanismo que tenga que ver con alguna transferencia, lo que ayuda a la industria financiera a volverse más robusta y estar mejor preparada.