El endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump ha afectado el trato de excepción que durante décadas se aplicó para los migrantes cubanos, como parte de la hostilidad política entre Washington y La Habana.
De acuerdo con un reporte de la radio pública estadunidense NPR, mientras que en el año fiscal 2016 el Servicio de Inmigración y Aduanas informó que fueron deportados 64 ciudadanos cubanos a la isla, en 2018 la cifra se multiplicó por siete, al llegar a 463 deportados.
La emisora añadió que en los centros de detención de inmigrantes, ha aumentado la cantidad de cubanos, en igualdad de trato que todos los demás detenidos, mientras que la embajada de Estados Unidos en La Habana restringió al mínimo el procesamiento de visas para ciudadanos de la isla.
“Ahora hay más cubanos en centros de detención que en cualquier otro momento que recuerde”, dijo el abogado de migración cubano-estadounidense Santiago Alpizar, con sede en Miami, citado por NPR.
“Los cubanos son tratados como cualquier otro migrante de cualquier otra parte del mundo”, añadió el abogado, quien dijo que la ley de Ajuste Cubano de 1966 es una de las únicas protecciones que quedan para los inmigrantes cubanos en Estados Unidos.
La norma permite a los ciudadanos cubanos solicitar una tarjeta verde después de haber vivido en Estados Unidos por un año y un día, pero para ello debe haber llegado al país de manera legal, precisó.
El informe recordó que el cambio hacia los inmigrantes cubanos comenzó bajo el mandato del presidente Barack Obama, quien se planteó a partir de 2014 un acercamiento con el gobierno cubano, partiendo del restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
El gobierno de Obama suprimió medidas como la denominada “pies secos, pies mojados”, que otorgaba residencia legal a los cubanos que pisaran tierra firme en Estados Unidos, aunque fueran indocumentados, y promovió la concesión de visas que antes estaban restringidas, incluso para turismo.
El gobierno de Trump, a su vez, ha suprimido el acercamiento con Cuba, ha endurecido las sanciones contra la isla y ha restringido la emisión y duración de las visas, a la vez que incrementa las restricciones a todos los migrantes, incluidos los cubanos, que ahora son detenidos y deportados como los demás.
Con el gobierno de Trump se han expandido las deportaciones, y en lugar de priorizar la expulsión de los indocumentados implicados en delitos violentos, la administración actual promueve la deportación de cualquier inmigrante indocumentado, incluidos los cubanos.
“Antes, los cubanos, incluso si tenían una orden final de deportación, no eran sacados físicamente del país”, dijo la abogada Tatiene Silva citada por NPR. “Ahora eso ha cambiado. Escuchas cosas que nunca antes habías escuchado, como es el verdadero traslado de los cubanos a Cuba”.
La embajada de Estados Unidos en La Habana, después de denunciar un presunto “ataque sonoro” contra sus diplomáticos, ha “suspendido casi todo el procesamiento de visas en La Habana” como resultado de la “reducción de personal” subsecuente, de acuerdo con el Departamento de Estado.