El presidente surcoreano Moon Jae-in, consideró hoy que los recientes misiles lazados por la vecina del Norte podrían ser para “presionar” e “impulsar” el diálogo para la desnuclearización, horas después de que Pyongyang lanzó dos proyectiles de corto alcance hacia al mar del Japón.
“El Norte parece estar demostrando su disgusto con el fracaso de la cumbre de Hanói entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de febrero. También parece estar tratando de presionar a Washington para que reanude pronto el diálogo”, apuntó Moon.
En una entrevista con la emisora pública KBS, en ocasión del segundo aniversario de su toma de posesión, el mandatario dijo que su gobierno y Estados Unidos creen que los proyectiles que Corea del Norte lanzó este jueves eran “misiles de corto alcance”, debido a sus distancias de vuelo.
Explicó que los proyectiles que el Norte disparó volaron una distancia relativamente corta. Uno se lanzó desde Kusong, a 160 kilómetros al noroeste de la capital, a más de 400 kilómetros antes de caer en el mar del Este, mientras que el otro voló a unos 270 kilómetros.
Moon dijo que en su opinión, Corea del Norte “aparentemente se está absteniendo de hacer amenazas militares”, ya que su acción posterior al lanzamiento “es diferente del patrón anterior de tomar actos provocativos y presumir o fanfarronear sobre sus capacidades militares”.
De todos modos, el mandatario de Corea del Sur subrayó que le gustaría advertir a Corea del Norte “que si se repite ese comportamiento podría dificultar la actual fase de diálogo y negociación”, según reporte de la agencia de noticias Yonhap.
Destacó que es prematuro concluir si Pyongyang violó las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que le prohíben el uso de la tecnología de misiles balísticos, y agregó que debido a los lanzamientos de proyectiles su Gobierno necesita un consenso público sobre el tema de la ayuda alimentaria al Norte.
Indicó que hay una gran cantidad de arroz disponible en Corea del Sur, que cuesta 600 mil millones de wones (unos 507 millones de dólares) al año almacenar, por lo que expresó su esperanza de dialogar prontos con los partidos políticos del país para discutir el envío de ayuda humanitaria.