En la sede del Partido Popular (PP), en la madrileña calle Génova, junto a la plaza de Colón, apenas un puñado de seguidores aguardan a que algún dirigente del partido salga a la calle para dirigirles unas palabras de ánimo, al final de la jornada electoral de este domingo.
Atrás quedan las grandes victorias celebradas en este sitio a cargo de José María Aznar, primero, y luego de Mariano Rajoy, en sus respectivos triunfos que los llevaron a la presidencia del gobierno.
El PP, representante de la derecha en España hasta ahora, ha perdido en esta cita electoral la friolera de 72 diputados. Se queda con 65 escaños frente a los 137 que tenía en la pasada legislatura.
El hombre que ha llevado al fracaso al PP es Pablo Casado, un joven abogado que disputó con la exvicepresidenta del gobierno anterior, Soraya Sáenz de Santamaría, la presidencia del partido tras la marcha de Rajoy el año pasado. Ganó Casado pero, al final, ha perdido el PP.
No obstante, no se espera la dimisión de Casado, siguiendo con la tradición española.
Otros seguidores y militantes que están decepcionados con los resultados electorales son los de Vox, aunque intentan que no se les note demasiado. El ultraconservador partido liderado por Santiago Abascal esperaba otros datos: en torno a 50 diputados, pero se ha quedado solo en 24.
Es un hito, de todas formas, porque el partido no tenía representación en el parlamento español y ha logrado un 10 por ciento de los votos emitidos hoy. No parece un mal resultado, pero para sus enormes expectativas lo es.
“Compañeros, la resistencia ya está dentro del Congreso y no vamos a parar”, ha dicho Javier Ortega Smith, el número dos de Vox, a los congregados en la plaza Margaret Thatcher de Madrid, con banderas españolas y del partido, con expresión agridulce.
A continuación, el discurso del líder, Santiago Abascal, ha encendido los ánimos de los seguidores del partido, que ha logrado dos millones y medio de votos. “No os vamos a defraudar. Estamos aquí por nuestra patria, por el futuro de nuestros hijos. Gracias a vosotros va a haber una voz en el Congreso que antes no había”, ha dicho.
El líder de Vox ha arremetido contra el Partido Popular por su “incapacidad de ganarle a la izquierda”.
Es esta la primera vez que un partido de extrema derecha irrumpe en el parlamento español desde que se restauró la democracia.