Beatriz Mora llegó desde temprana hora para hacer realidad un sueño, sentarse en el codiciado trono de la saga “Game of Thrones”, que esta tarde se estacionó a bordo de un tráiler frente al Monumento a la Revolución.
Ataviada a la usanza medieval como los personajes de la serie televisiva, Beatriz explicó que ella misma confeccionó su vestido, con telas finas, de suave textura y colores vivos, rematado con una corona que confeccionó con foami.
Bajo el intenso sol, hombres y mujeres esperan el turno para subirse al enorme camión en cuyo interior, está el gran trono de esta exitosa serie.
“La ruta del Trono es impactante. Una serie de televisión nos ha mostrado cómo ha cambiado la forma de hacer cine y televisión. Al llevarla a las calles a través de campañas como ésta, que ha recorrido el mundo, los seguidores tenemos oportunidad de ser parte de la historia”.
Entrevistada por Notimex luego de tomarse la foto sentada en el “trono de hierro”, sin salir de la emoción por sentirse poderosa dentro del universo creado por el guionista y escritor de literatura de ciencia ficción, fantástica y de terror George R.R. Martin (Nueva jersey, Estados Unidos, 1948), señaló:
“La serie tiene mucha riqueza; contiene ejemplos de la vida diaria, y aprendemos sobre la actitud que debemos tomar con las personas, amigos y la familia misma. Hay mucho que tomar en cada capítulo, por eso es que tantos fans se están dando cita esta tarde”.
Esta serie, destacó, va dirigida a un determinado público. Definitivamente no es para todos, es para mayores de 18 años de edad y para quien tiene desarrollado un criterio para juzgar y calificar actos morales, políticos, sociales, económicos y culturales que presenta “Game of Thrones”.
“Es algo para los fans adultos, es como nuestro pequeño juguete. Sentarse en el Trono de Hierro es adelantarse en el tiempo porque podría ser que la serie nos revele, al final, quién se va a quedar con él. Todo gira en torno a ese objeto altamente ambicionado”.
Hizo una analogía y explicó que esta experiencia, gratuita en la Ciudad de México, equivale a la que tuvieron muchos niños de los años 60, cuando vino a México el auténtico Batimovil del original Batman de televisión, protagonizado por Adam West, un sueño hecho realidad.
Eran las 14:00 horas y la fila parecía no tener fin. El rostro de Beatriz Mora mantenía la sonrisa de satisfacción. Con su corona de foami en la cabeza, su vestido volando al viento y su cámara fotográfica al cuello, saludó al resto de fans que admiraban su traje.