El director del Servicio Secreto de Estados Unidos, Randolph Alles, dejará su cargo en el gobierno del presidente Donald Trump, en el segundo movimiento en el Departamento de Seguridad Interna (DHS) en dos días, tras la salida el domingo de la titular Kirstjen Nielsen.
En un comunicado, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, elogió el “gran trabajo” de Alles, elegido para el puesto en 2017 y dijo que Trump “está agradecido por sus más de 40 años de servicio en el país”.
“El señor Alles se irá en breve y el presidente Trump seleccionó a James M. Murray, un miembro de la carrera del Servicio Secreto de Estados Unidos para que asuma el cargo de director a partir de mayo”, dijo Huckabee Sanders, citada por la plataforma informativa Político.
La salida de Alles se registra menos de 24 horas después de la renuncia de Nielsen, y poco más de una semana después del arresto de una ciudadana china tras invadir el complejo de Mar-A-Lago, que el presidente tiene en Florida.
Al hablar con periodistas el miércoles, después de que se conociera la noticia de la violación a la propiedad presidencial, Trump elogió al Servicio Secreto, al indicar que “no podría estar más feliz” con el organismo, y afirmar que “ha hecho un trabajo fantástico desde el primer día. Muy feliz con ellos”.
En un mensaje a los empleados del Servicio Secreto, Alles descartó haber sido destituido: “sin duda, han visto informes de los medios de comunicación sobre mi ‘despido’. Les aseguro que este no es el caso, y de hecho, hace semanas, la Administración dijo que deberían esperarse transiciones en el liderazgo en todo el Departamento de Seguridad Interna”.
Añadió que el presidente Trump ha dirigido una transición ordenada en el liderazgo del DHS, y que el Servicio y “yo tenemos la intención de acatar esa dirección”.
Alles, quien sirvió por más de tres décadas en el Cuerpo de Infantes de Marina y fue comisionado adjunto interino de Aduanas y Protección Fronteriza, ocupó la dirección del Servicio Secreto en abril de 2017, luego de una serie de violaciones de seguridad poco después de la toma de posesión de Trump.
La salida del director del Servicio Secreto coincide con una reorganización más amplia del DHS, luego que el presidente retirara el viernes a su candidato para encabezar el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos y abogara por ir en una “dirección más dura” en contra de la migración.
Según Político, que citó a un exfuncionario del DHS, el asesor presidencial Stephen Miller promueve una purga más amplia para impulsar las políticas de inmigración de línea dura, y busca colocar directivos con “puntos de vista muy diferentes a los del liderazgo actual dentro de las agencias”.