La cuarta revolución de la tecnología ya está entre nosotros y los robots lentamente irán reemplazando muchas labores que actualmente hacen las personas. Sin embargo, aún existen algunas tareas que las máquinas no realizan con eficacia. Esto se evidenció en un hotel en Japón en el cual su personal de planta, en su mayoría robots, fueron despedidos a causa de muchas quejas e incomodidades por parte de los huéspedes.
El Henn-na Hotel, en español Hotel Extraño, es famoso por ser el primer hotel del mundo en tener robots como trabajadores. Cuando inició, en el 2015, contaba con 200 máquinas al servicio del público y tan solo 6 personas. Su objetivo era ofrecer el servicio más eficiente del mundo. Pero este sueño se vio frustrado cuando los clientes dejaron de lado los avances tecnológicos y se empezaron a quejar por las incomodidades que esta innovación trae.
De 243 robots con los que contaba actualmente el hotel, se han eliminado la mitad para ser reemplazados por personas. Entre los despedidos se encuentra un grupo de velociraptors, robots que funcionaban como los recepcionistas, y “aunque su interacción con los huéspedes era entretenida, en realidad, en muchos casos necesitaban que alguna persona los asistiera para que el proceso de registro se realizara de manera eficiente, ya que, no podían sacar fotocopias a los pasaportes de los visitantes”, así lo dio a conocer el gerente del hotel, Takeyoshi Oe.
En el hotel existía un dispositivo llamado “Chu-ri-chan”, el cual se encontraba ubicada en cada habitación y funcionaba como un asistente inteligente, sin embargo, era incapaz de responder de manera lógica a solicitudes básicas como dar el pronóstico del clima o sugerir planes para los visitantes, acciones que pueden realizar Alexa de Amazon o Assitant de Google sin ningún problema. El principal problema de “Chu-ri-chan” era que solía interrumpir el sueño de los huéspedes ya que interpretaba los ronquidos como solicitudes a lo que respondía “Lo siento, no puedo entender, ¿Podrías repetir tu solicitud?”, lo que generó bastantes incomodidades.
El hotel recibió en el 2016 el reconocimiento Récord Guiness por ser el primer hotel en tener una planta que en su mayoría son robots. En sus inicios, una noche costaba 73 euros ($260.000 aproximadamente). Según Takeyoshi Oe “la tecnología implementada no está lista para trabajar con comandos tan avanzados como los demandan los huéspedes, sin embargo, esto no se detiene y el futuro traerá mejores resultados para poder automatizar por completo un hotel”.